viernes, 19 de septiembre de 2014

OTRA INJUSTICIA!!!!!

La verdad es que se conoce a gente y se hacen amistades por los caminos y de las formas más insospechadas.


Me decía hace unas tardes una estupenda mujer, a la que considero ya mi amiga, que su hija, también amiga mía, siempre le comentaba que le causaba una cierta admiración mi falta de apego hacia las cosas y las personas, en concreto hablaban de mi hija y mi hijo y mi pareja. No soy yo una madre que ande por ahí presumiendo de hijos o comentando sus logros, ni mujer de presumir de hombre. Tampoco necesito una gran casa muy bien decorada, ni un coche de lujo, ni ropa ni, joyas, mi vida es normal, tirando a humilde.

El comentario venia a colación de una entrada que publiqué en mi muro de facebook, en la que me quejaba amargamente de los gobiernos, banca, capitales, bolsa y patronal y todo bicho viviente culpable de la crisis, entre otros motivos porque han hecho que las familias se disgreguen, que los hijos se marchen a otras latitudes a buscarse la vida, y que las nuevas generaciones nazcan en el quinto pino, privados así de el contacto familiar de abuelos, primos y tíos, absolutamente necesarios para un buen desarrollo personal y emocional.

Me decía mi amiga, “al final no eres tan desapegada, he leído tu entrada”, y yo le aclaré que adoro a mis hijos ¡normal! como cada madre adora a los suyos, el tema está en que yo nunca he considerado a mis hijos como algo de mi propiedad, siempre los he visto, desde que tuvieron capacidad de razonar, como personas dueñas de sus actos y decisiones, las cuales jamás he puesto en cuestión, quizás porque han sido siempre gente sensata.

Precisamente creo que son personas equilibradas por haber tenido un buen entorno familiar,  unos fabulosos abuelos con los que han tenido muchísima relación, y eso es algo que yo considero de vital importancia. Por eso ahora, cuando he tenido un nietecito precioso, al que adoro, y veo que se va a criar en otras tierras con unos padres que lo aman, pero sin el contacto de sus abuelos y tíos, de sus primos hermanos o segundos, me rebelo y me indigno, pero no por apego egoísta, si no por la tremenda falta que va a tener en su crianza, le va a faltar una pata primordial, y eso es otra gran injusticia que sufrimos los pacientes ciudadanos de este pobre país, y en este caso los niños que son inocentes y no se merecen vivir en un país donde se hace  tanta tropelía.

NO HAY DERECHO A QUE LOS NIÑOS SE CRIEN SIN EL CONTACTO VITAL DE SUS ABUELOS.