lunes, 27 de octubre de 2014

TODO HUELE A PODRIDO EN ESPAÑA






Aunque sea un atrevimiento mayúsculo  utilizo un título emulando a Hamlet, pero en España no es algo lo que huele como en Dinamarca, aquí todo huele a podrido en cuanto a política se refiere. Y no es que los políticos en general sean corruptos, que hay muchos hombres y mujeres dedicados a  esta actividad, entendiéndola como el servicio público que es y que son absolutamente honrados. Y son la mayoría.

Sin embargo en este país padecemos una ralea de”presuntos”  ladrones de guante blanco, advenedizos aupados en los partidos políticos, sindicatos, patronal y gerifaltes corruptos, pero también sufrimos a una buena ristra de empresarios rateros y tramposos que son los que pagan a estos politicastros para que los favorezcan y hagan su agostos, sea el mes que sea, a costa de nuestros pobres lomos, a costa de nuestras vidas. Y de momento les va saliendo gratis, que ya lo dijo el otro día Carlos Lesmes, el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, que en España las leyes estaban hechas para castigar a los robagallinas y no a los grandes defraudadores.

Raro es el día que no nos desayunamos con un escándalo sobre corrupción, y ya nos vamos cansando, que son muchos millones los que estos impresentables nos han robado a cara de perro, que es que nuestra capacidad de asombro ya se está agotando de ver y oír tanta  tropelía.

 Lo que parece que no se agota es el cinismo de estos chorizos impenitentes, porque ninguno sabía que estaban delinquiendo, pensaban que lo que hacían era legal ¡hay que joderse! Y si a eso vamos, a su capacidad de mentir le tendremos que poner límites estratosféricos, porque mienten mucho, y con una naturalidad pasmosa, solo hay que tirar de hemerotecas, te quedas ahí, asombrado de ver semejante desvergüenza.

Hacer una lista de ladrones y casos en los juzgados sería demasiado prolijo para una entrada de blog, baste decir que todos y cada uno de los partidos presentes en el panorama político español están pringados, si no como partidos propiamente lo está algún miembro, y casos famosos de corrupción los hay en todas y cada una de las autonomías del solar patrio, que valga la redundancia, entre unos y otros están dejando a España como un solar.

Da un poco de miedo todo esto, porque el terreno se está abonando para que aparezca un líder iluminado y carismático y nos acabe metiendo en un lío aun peor, que bien podría suceder.

Aun a riesgo de parecerme a una vidente cualquiera me atrevo a decir que ya está pasando.

A la vuelta de cinco años si seguimos por aquí, lo revisamos.

Todo huele mal en España.

martes, 7 de octubre de 2014

CRÓNICA DE UNA EPIDEMIA ANUNCIADA


 Ya cuando decidieron traer al primer sacerdote infectado de ébola de regreso a nuestro país, comenté en este blog que nos ponían a toda la población  en riesgo de contraer esta peligrosa infección vírica, sin cura conocida, letal en un alto porcentaje y para la que en España no hay hospitales de nivel 4, que son los centros de referencia para tratar afecciones de este tipo, ni personal preparado para su manejo.

No faltó quien me dijo que era cruel dejar a este hombre en el país donde estaba, que había que tener sensibilidad y humanidad, tampoco ha faltado quien me ha dicho que es egoísta pensar así, que eso es querer dejar aislados a los pacientes de esta enfermedad y hacer oídos sordos a la desgracia ajena de los seres humanos  olvidados del mundo en África, así como que el estado debe atender las necesidades de los ciudadanos, igual que se rescata a un montañero en peligro o aun pescador secuestrado, claro que no es lo mismo rescatar a un montañero despeñado que sacar de su entorno epidémico a un paciente afectado de la infección virica mas grave de las que se conocen y plantificarlo en una zona libre de este patógeno.

Quien me conozca sabe que nada más lejos de mí que ese tipo de egoísmo, es más bien pragmatismo y sentido común. Mejor que traer a enfermos terminales y ya desahuciados con una altísima carga viral, llevar a la zona en cuestión  equipos, medicamentos y sanitarios que atajen la epidemia in situ, con el dinero de esos traslados de habrían salvado muchísimas vidas.

Seguramente será una deformación profesional, soy enfermera y trabajo en un servicio de infectologia, pero conociendo el funcionamiento interno de la sanidad de nuestro país y los medios con los que contamos, estaba cantado que el contagio tenía que llegar, si o si. Y más sabiendo las noticias que nos llegaban de compañeros conocidos de los hospitales madrileños susceptibles de recibir a estos pacientes.

Estos sanitarios estaban asustados por las prisas, la falta de formación e información, la carencia de medios adecuados, el desconcierto y las amenazas de expediente disciplinario  por abandono de servicio de negarse a acudir al hospital a atender a estos pacientes, teniendo en cuenta que los trabajadores eran del hospital de La Paz y no del Carlos III. Los profesioanles lo veían venir y así lo denunciaron.

Según contaban,  aquello era un montaje de la señorita Pepis,  los trajes de aislamiento no eran estancos, se tenían que pegar los guantes al tejido con esparadrapo, aprendieron a vestirse sobre la marcha y en la puerta de la habitación del paciente, y de desvestirse nadie les habló, nadie los supervisaba, cuando lo normal en estos casos es desvestirse en compañía de otro que te asiste, ya que según sabemos ahora, se tardan veinte minutos en vestirse y cuarenta minutos en desvestirse, POR CIERTO DESVESTIRSE  EL MOMENTO MAS COMPLICADO, donde no había ni un sitio adecuado para hacerlo con unas mínimas medidas de seguridad. Y ahora quieren echarle la culpa a la enfermera por saltarse los protocolos. Vamos, que sería de risa, si no es porque es para llorar. Protocolos dicen, ¿qué protocolos? si aquello fue improvisación de la que suele ejecutar el PP. Traerse al cura sin pensar en las consecuencias, ¡con la iglesia hemos topado!

Así las cosas tendremos que afirmar rotundamente, si no lo teníamos ya meridianamente claro, que estamos en manos de ineptos.


La ministra Mato debe dimitir ya, y el gobierno en pleno aceptar su ineptitud y convocar ya elecciones generales e irse de una buena vez a tomar viento fresco.

sábado, 4 de octubre de 2014

BLACK IS BLACK


 Black is black

Black, o sea, negro, como las tarjetas y el dinero de las cuentas para “gastos de representación”, pagadas con dineros de todos, para que vivieran como marajás, directivos de cajas rescatadas, personajes, personajillos y paniaguados que pasaban por allí. Y quien dice tarjetas, dice comisiones, grandes obras, apropiación de fondos destinados a otras partidas, EREs, y un larguísimo etcétera de latrocinios varios de los que nos vamos enterando en cómodos plazos. De los que nos vamos enterando, los que nos enteraremos y los que se quedarán en el limbo del secreto del sumario de la historia de este puto país.

Si, si, este puto país, porque no tenemos nada más que los que nos merecemos, robos a manos llenas de políticos, banqueros, sindicalistas, patronal, casa real, iglesia, y seguimos escandalizándonos, pero sin hacer nada, sin salir a la calle y plantarnos y decir que no, que así ¡no!

Que a los funcionarios, esos trabajadores a los que los políticos y los medios nos han demonizado para el conjunto del país nos vean como seres repugnantes,  nos han birlado ya el 30% del poder adquisitivo, en el conjunto de medidas económicas que nos han sido aplicadas en cuatro años. Eso se traduce entre 3000 y 9000 euros anuales según el nivel del funcionario robado.

Se han retirado ayudas al desempleo, a la dependencia, a los jóvenes, a la vivienda, se ha recortado en sanidad, en educación, se han subido impuestos directos e indirectos, nos roban a los ciudadanos dinero y bienestar, para llevárselos ellos impunemente y a manos llenas, en billetes contantes y sonantes.

Dinero a espuertas para sindicatos, partidos políticos, patronal, bancos, empresas adláteres a las administraciones publicas donde se enchufan por los mismos morros a familiares y allegados, amantes y conocidos, vecinos y amigos de algunos amigos , con sueldos escandalosos por tocarse las partes pudendas a dos manos la mayoría de las veces.

Dinero a espuertas para los directivos bancarios y miembros de consejos de administración, para qué disfruten de lujos asiáticos a nuestra costa.

Dinero a espuertas a partidos políticos para que nos engañen una vez tras otra.

Dinero a espuertas que se va a paraísos fiscales. Una hemorragia de dinero que sale a chorro vivo metido en macutos o enviado a través de cuentas opacas, empresas superpuestas, testaferros o la biblia en pasta y que va a parar a Delaware o a las Islas Caimán.

Y no hay un pavo que acabe en la cárcel y devuelva uno sobre otro cada euro robado. Que no hay jueces con los cojones o los ovarios necesarios para decir que ya está bien, que no hay políticos que denuncien a sus compañeros de los que saben que están robando, ni sindicalistas, ni miembros de la patronal.

Este puto país  es una mafia podrida que apesta, da nauseas leer la prensa, repugna saber que cada día saldrá un nuevo escándalo económico que quedará impune sin remedio.

Y este puto país está en estas putrefactas condiciones por nuestra santísima culpa.

El día que los pueblos y ciudades se planten en bloque, en que los ciudadanos nos neguemos a pagar impuestos, nos declaremos en desobediencia civil y hagamos una huelga general salvaje hasta que los chorizos den con sus huesos en la cárcel y no salgan hasta que devuelvan lo robado ¡todo lo robado! se restaure el estado de bienestar, se derogue la reforma laboral, se vaya el gobierno que haya engañado en la campaña electoral, ese día, ese preciso día, será de verdad el momento de la regenación democrática,  moral y económica de este puto país.


O sea, que hasta que tú que lees esto no tomes conciencia que acabar con esta merienda de negros esta en tu mano, seguiremos viviendo en un puto país de ladrones y consentidores y seguiremos teniendo lo que nos merecemos.

Hasta que todos pongamos el pie en la pared, seguiremos en un túnel muy negro.

Black is black.