domingo, 23 de julio de 2017

HAY QUE HACER MEMORIA





Es obligatorio hacer memoria,  hay que hacerla porque es muy importante para no repetir los grandes errores que son vergüenza y oprobio para toda la humanidad, de no practicar  esta sana costumbre  corremos el grave riesgo de repetirlos, aunque sea a pequeña escala.

Uno de esos terribles capítulos fue el HOLOCAUSTO NAZI con cuyo recuerdo, el de esa tremenda barbarie,  el mundo entero se rasga las vestiduras y se escandaliza de la maldad a que es capaz de llegar el ser humano, y en el que no solo murieron seis millones de judíos, esa fue una pequeña porción del total de las víctimas inocentes de la locura de un iluminado y sus seguidores.

Ellos, los judíos,  no dejan pasar un solo año sin hacer actos, películas, libros, lo que sea que recuerde al mundo ese vergonzoso genocidio -que pena que no vean como otro holocausto lo que ellos están haciendo con el pueblo palestino, pero eso lo dejo para otro día-  lo  que en esa parte indeseable de historia se nos han quedado por el camino de la memoria, quizás por la machaconería judía de recordar a sus víctimas obviando al resto, son los millones de polacos, homosexuales, comunistas, personas de otras tendencias izquierdistas, prisioneros de guerra soviéticos , testigos de Jehová, cristianos,  discapacitados físicos y psíquicos y gitanos.  Cada uno de estos colectivos tenía su característico distintivo, y eran obligados a llevarlo cosido a su ropa, los judíos su estrella amarilla, los  homosexuales un triangulo rosa, los gitanos un triangulo negro etc.

Si, gitanos, roma o romanies, pueblo perseguido y esquilmado en sucesivos éxodos, gentes consideradas indeseables generación tras generación, seres humanos a los que les escatimamos la posibilidad de integrarse en una sociedad en plano de igualdad. No es fácil borrar de su memoria colectiva años y años de persecución y desprecio, ellos se han hecho duros y se han organizado en sociedades endogámicas, se saben excluidos y viven según lo que han aprendido y vivido, fuera del entorno social en donde les toque estar, no se fían ¿cómo podrían fiarse? de los otros, los que no son ellos. La vida les ha enseñado a desconfiar de todo y de todos.

Y a lo que voy con mi post, en mi pueblo como en tantos otros hay una pequeña comunidad gitana rumana que vive según han sido obligados a hacerlo desde tiempos inmemoriales. En Camas algunos seres humanos están replicando el motivo por el cual los gitanos rumanos son nómadas, y es que son perseguidos y señalados por una parte de personas del pueblo que han perdido la memoria y no recuerdan el holocausto y la injusticia, pero en este caso no les ponen un triangulo negro, los persiguen con sus cámaras del móvil para hacerles fotos cogiendo agua y subirlas rápido a las redes sociales, señalándolos y estigmatizándolos.

Había un poeta llamado Martin Niemöller que escribió una espeluznante crónica en una poesía muy didáctica y conocida que decía :
«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»

¡Que nunca nos veamos en esta situación queridos convecinos xenófobos!

Ahora habrá quien me diga que me los lleve a mi casa….

¡Como si lo viera!

martes, 4 de julio de 2017

¡NO SON APESTADOS, SON SERES HUMANOS!





Estas fotos las he tomado prestadas de publicaciones en varios grupos de Facebook de mi pueblo.
He tenido la deferencia de borrar los rostros ya que no se trata de personas públicas del entorno, son seres humanos anónimos....aunque haya quien los trate como a animales.
Hay quien se indigna por ver su foto en alguna publicación de corte cómico-político, que digo yo que si no se tiene correa para asumir ciertos gajes, mejor no meterse en según que fregados, sin embargo no paran en mientes a la hora de publicar y/o criticar y demonizar a esta sector de la sociedad, marginados por su educación bastante chocante en estas latitudes solo comparable con otro sector de habitantes autóctonos también bastante vilipendiados, los gitanos.
¿La actitud correcta y humana no sería intentar incluirlos en la sociedad mediante acciones educativas, haciéndolos sentirse aceptados y dándoles opciones distintas a las que ellos conocen?
Es difícil, pero todo ser humano merece una oportunidad, estas personas tienen hijos a los que, como nosotros a los nuestros, adoran y que si son educados convenientemente en un futuro serán ciudadanos provechosos.
A todos esos racistas, xenófobos, gente que desea verlos como parias sin destino ni futuro les recuerdo que hay países en donde los "hispanos" somos tratados como lo son aquí los rumanos, como escoria indeseable.
Otra cosa a tener en cuenta es que es muy licito y legitimo que los seres humanos busquen una mejor vida para ellos y los suyos ¿quien no lo haría? y muy inhumano acosarlos, porque aunque asumamos que entre ellos haya algún delincuente -¿en que grupos étnico no los hay?- la mayoría son personas sin otra formación ni cultura que la que han recibido de sus padres, sus abuelos, históricamente de sus ancestros, y lo que han aprendido es a vivir de esta forma que consideramos aquí antisocial, que nos resulta inaceptable, pero desgraciadamente es que no saben otra cosa.
Mejor nos iría a todos en general si no los tratáramos como a parias sino como a personas que también tienen su alma en su almario, si los aceptáramos y colaboráramos con las autoridades en incluirlos en nuestra sociedad no solo haríamos un bien a estas personas, estaríamos haciendo algo tan importante como darles una lección de humanidad a nuestros hijos, educarlos en valores se llama eso.
¡No os deseo a vosotros los racistas xenófobos veros nunca en esta situación!
Como dice la canción popular:
¡Anda ve, y dile a tu madre
si no me quiere por pobre,
que el mundo da muchas vueltas,
y ayer se cayó una torre!