Es inútil, aunque algún@s intentemos darnos ánimos, subirnos la moral, intentar ver algún atisbo de buena voluntad en el gobierno, de ver que de alguna manera se rebelan nuestros gobernantes contra la deriva neoliberal que nos acosa, cada día que amanece encontramos otro motivo para sentirnos defraudad@s y en consecuencia cada vez mas desesperad@s.
Hoy nos desayunamos con las noticias de que el gobierno y los sindicatos han llegado a un acuerdo en el tema de la jubilación y las pensiones, y que definitivamente los bancos se comen a las cajas de ahorros.
Personalmente a mí el tema de la edad de jubilación ni me roza, para cuando tenga 65 ya tendré 45 años cotizados, bastantes más de los 38 y medio que contempla el acuerdo, me incumbe en cuanto al tiempo para calcular la pensión, ya que a partir de ahora serán los últimos 25 años contra los 15 que hasta ahora se tenían en cuenta, en todo caso casi llegare a la pensión máxima.
Pero que el tema a mi casi ni me roce no es óbice para que me indigne ver como poco a poco unos y otros van tragando por lo que imponen inmisericordemente los mercados, sin oponer resistencia unos, y sin casi oponerla los otros.
Y es que pienso en los millones a los que afectará esta medida a medio plazo, y en los muchos más a los que les afectará a largo plazo, pienso en mis hijos y los hijos de los demás, tendrán que estar trabajando cuando la artrosis, o la diabetes, o la hipertensión o lo que sea que padezcan en la presenectud, porque les va a tocar currar hasta los 70 para tener los años necesarios para cobrar la pensión, temo que les va a tocar vivir una vejez indigna, bien por tener que ir arrastrando al trabajo, bien porque la salud les impida cumplir el plazo marcado para poder cobrar el 100% de su pensión.
La juventud de hoy, que serán los pensionistas de mañana, no ha tenido acceso al mercado de trabajo con edades compatibles con este acuerdo, trabajan en empleos precarios, de forma intermitente y con sueldos de risa, es lo que hay, y cada vez vamos a peor.
Mi hijo, licenciado en farmacia, se va a Inglaterra, allí tiene oportunidades de trabajo digno y bien remunerado, como mi hijo hay miles de jóvenes bien formados que calladamente se van largando a mejores latitudes, a países donde les acogen con la mejor de las sonrisas, ¡natural!, les van llegando jóvenes muy bien preparados y cuya formación les ha salido gratis a esos países, no así a España y al bolsillo de los padres y madres que nos sacrificamos paraqué ell@s tuvieran la mejor de las formaciones, ahora nos toca otro sacrificio aun más duro, el sacrificio de tenerlos a miles de kilómetros, el sacrificio de no disfrutar de su compañía, de no verlos disfrutar de su vida.
Alemania ha ofrecido al gobierno español miles de puestos de trabajo para jóvenes con formación, ¡no son tontos los alemanes!.
Y el gobierno mirando para otro lado, sin mover un dedo para restañar esta sangría de jóvenes, firmando acuerdos e imponiendo leyes o decretos injustos, donde un día tras otro nos van hurtando a todos, les van hurtando a la juventud en general derechos y esperanzas.
Señores del gobierno, los que les votamos no lo hicimos desde luego pensando que harían esta política neoliberal, esta forma torticera de solucionar los problemas del país, esta vuelta de 180 grados dando la espalda al pueblo y a los trabajadores, ¡no señores!, esto no estaba en su programa, el programa que votamos 10 millones de españoles.
Por muy buena voluntad que le pongamos algunos, vosotros señores del gobierno, cada día nos dais otro motivo para detestaros, para negaros el pan y la sal de nuestro voto, para desear veros mientras más lejos mejor.
Y como la solución alternativa es peor que lo que ahora sufrimos, mucho me temo que la revolución de los países árabes va a ser un virus contagioso, muy contagioso, a lo mejor no mañana, pero la juventud va a abrir los ojos aquí como ha sucedido allí y más de uno tendrá que poner pies en polvorosa.
A propósito señores xenófobos, por si no se habían dado cuenta, España, es un país de emigrantes actualmente, si no a ver si nos dan datos de trabajadores españoles en el extranjero, se asombrarían.
Así que a ver si más pronto que tarde le damos la patada a los brazos ejecutores de las políticas de esos entes ladrones de guante blanco que han dado en llamar “mercados”.
Y si hay que luchar, pues se lucha, como dijo el Che, mejor morir en pie que vivir de rodillas.