Es de esas cosas que pasan a veces, pero que te dejan un
regusto amargo, por un lado esta el no poder hacer algo por alguien, y por otro
el ver como intentan utilizarte.
Que la necesidad es muy mala, es verdad, pero que la gente
da muchas vueltas y revueltas para conseguir lo que persiguen, y si no lo consiguen, cierran los episodios
mintiendo, y no es raro si ya empiezan el camino de manera retorcida.
A veces un blog es el único medio que tenemos, aquellos a
los que nos gusta escribir, para desahogarnos y de alguna manera contar nuestra
propia versión de un suceso, y ahora cuento aquí una de esas cosas.
Me entra por privado en Facebook una chica, me saluda, la
saludo y le pregunto que quién es, me dice su nombre y que no me conoce, que
Facebook le ha sugerido mi amistad y por eso me ha saludado, cuenta que ha vivido
en mi pueblo, ¡capitas! sabe dónde vivo, pero no le doy importancia, sigue la conversación
y sale PUNTO DE ENCUENTRO, ahí me dice
del tirón que necesita ayuda, yo le explico que nuestra asociación ayuda a
familias de Camas, que no podemos atender a familias de otras localidades, ya
que tenemos al menos 34 familias en la lista de espera y que de expandir
nuestro ámbito sería una avalancha la que se produciría y que no podríamos a
tender a tanta gente.
Me dice que no conoce PUNTO DE ENCUENTRO, pero me comenta
que ha visto fotos de las que publicamos en el grupo y en la página de
Facebook, incluso ha visto la página web, ¡cáspitas!, también conoce nuestras
publicaciones en la red, pero tampoco le doy importancia, le reitero que sintiéndolo
mucho, sin ser de Camas no podremos ayudarle, que es algo que consta en los
estatutos de nuestra asociación, que el ámbito de actuación es Camas y que yo
no puedo decidir nada que vaya contra
ellos, que hay una junta directiva y yo no puedo actuar de forma independiente.
Y así acabamos la conversación, encantadas de habernos conocido.
A los dos días me llaman por teléfono, yo estoy de
vacaciones en Barcelona -tras hablar un momento deduzco que es esta mujer de la
conversación de Facebook-dándome la bronca, que ha estado en PUNTO DE ENCUENTRO
y que está cerrado, le digo que sí, que solo abrimos martes y miércoles y que
es jueves en ese momento que me llama, entonces me dice que porque le han dicho
que vaya, yo me asombro y le pregunto que quien se lo ha dicho, que cuando
hablamos le deje claro que no ayudábamos a personas que no residieran en Camas,
me insiste en que ha recibido un mensaje diciéndole que vaya al local de la asociación,
sigo extrañada y me dice que me va a reenviar el mensaje en cuestión, le pido
encarecidamente que lo haga, para poder explicarme cómo ha podido suceder esto.
Me reenvía el mensaje y constato que al dia siguiente de
nuestra conversación, donde le dejé meridianamente claro que no podríamos ayudarle,
ha enviado ella un comentario a la página de Facebook pidiendo ayuda y la dirección
de PUNTO DE ENCUENTRO, el administrador
de la página le contesta que abrimos martes y miércoles de 19 a 21, le da la dirección
y le comenta que hable con Inma, o sea yo, o Mayka, no entra en decirle nada de
ayuda o no ayuda ya que él no administra nada más que la página.
Ella se presenta el jueves y se permite llamarme a -¡cáspitas!
conoce mi número de teléfono- las 22h, dándome la bronca por no estar allí y
por haber venido andando desde Triana pasando mucho frio y tirándome en la cara
que tiene un hijo que necesita comida, tachándome de inhumana y no sé cuántas
cosas más, haciéndome una idea de su situación, con una paciencia santa, le
vuelvo a explicar que no ayudamos a familias que no estén censadas en Camas,
ella insiste en que porqué le han dicho que vaya, así que por fin le digo lo
que debería haberle dicho al principio, que es lo siguiente, si te digo que no
podemos ayudarte y tu intentas entrar por otra vía, lo único que puede pasar es
lo que ha pasado, que te encuentres cerrado el local, y de estar abierto habría
sucedido que, no siendo de Camas no te habríamos podido ayudar.
La resolución del asunto ha sido un comentario en la página
de Facebook de que yo soy una persona inhumana que la he maltrado y hablado sin
educación.
¡Cáspitas! esto es lo que se llama, encima de cabrona,
apaleada.
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