Como diría mi admirada Mafalda, estamos en el empezose del
acabose.
El Consejo General del Poder Judicial ha suspendido provisionalmente-
como era de esperar- de sus funciones al juez Elpidio José Silva, y es que el
muy osado ha intentado meter en la cárcel al presunto delincuente Miguel Blesa, el amiguísimo del expresidente
Aznar, ¡ahí es nada!.
Al juez Baltasar Garzón, lo ha inhabilitado el mismo CGPJ por intentar meter
mano en los crímenes del fascismo-pidió el certificado de defunción del “difunto”-y
eso no se puede consentir, ¡faltaría más!
En el punto de mira -ya
lo pillarán- está también el juez José Castro, el instructor del caso Noos, el
muy atrevido está manchando el blasón de la Casa Real, ¡inadmisible!
Y así un rosario de despropósitos, en España lo único cierto
es que si gravitas en ciertas orbitas puedes hacer y deshacer, campar por tus
respetos y robar a manos llenas, que si el juez tiene los arrestos de
enchironarte, no te preocupes, el juez al hoyo y tú al bollo, y si por
casualidad toca que te aguantes con la cárcel, al poco te indultan y a seguir
robando.
Se supone que España tiene tres poderes independientes, el legislativo,
el ejecutivo y el judicial.
Pero si el Poder
Judicial está en manos del Poder
Ejecutivo, porque este es el que nombra a los jueces que forman parte del
Consejo, y por tanto le deben obediencia, que aquí en España, ya sabemos, el
que se mueve, no sale en la foto.
Si además con el rodillo de la mayoría absoluta el Poder
Ejecutivo también tiene secuestrado al
Poder Legislativo, tenemos una dictadura democrática.
Así tenemos en perspectiva la nueva ley del aborto, muy
contestada en la calle, pero a Fachardon eso, se la repampinfla, la ley de educación
también muy contestada, pero eso a Wert también, se la repampinfla, la reforma
laboral contestadísima, pero a la ministra Bañez le importa un ardite y pone el
empleo en manos de la Virgen del Roció, el ministro del interior Fernández Díaz
convencido de que Santa Teresa está intercediendo, allá donde este, por los
asuntos de España, mientras él hace la nueva ley de seguridad ciudadana, al que
se mueve, garrotazo y tentetieso, y así un cumulo de despropósitos hasta llegar
al presidente, que en el colmo del paroxismo
de la prepotencia y los modos dictatoriales manda a callar al que se le ponga
`por delante.
La Marca España, ya tiene marchamo, el del país más corrupto
de la Unión Europea.
El chorizo de altos
vuelos en la calle, y la calle tomada por los antidisturbios, que a la mínima
que protestes te dan un golpe en la cabeza con las "defensas" que te
mandan al hospital.
Señoras y señores, ¡viva el vino!, ¡que viva España!
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