A mí este chico cada vez me recuerda a más
personajes, obviando el hecho de que él ha montado un personaje de sí mismo y que además esta encantado de conocerse, me ha sugerido a Pinocho, a Groucho Marx y
ahora al flautista de Hamelin, todos en uno.
No hace falta ser un economista avezado para
saber que miente en la serie de promesas que hace en el plano económico, o bien
las promesas son mentira, o bien la forma de conseguir la pasta para cumplirlas
es mentira, o bien amabas cosas lo son, yo creo que la última opción es la que más
se acerca a la realidad. Porque una cosa es predicar y otra, bien distinta, dar trigo. Yo lo del milagro de los panes y
los peces lo he visto siempre como una historia escrita en un libro de ficción,
y a ficción me suenan las historias que cuenta este chico.
Luego me pasma la facilidad con que cambia de
camisa -no digo de chaqueta porque no la usa- de marxista, a socialdemócrata, a
populista, a comunista, a anticapitalista, a socialista, a liberal, a peronista, detractor o admirador de Zapatero, a defensor o
atacante de Maduro –según convenga- a coquetear con los independentistas,a alabar a los terriristas, a
tender la mano y retirarla luego, a hacer, o más bien decir, en suma lo que
espera oír quien sea en ese momento su interlocutor. Le pasa como al más famoso de
los hermanos Marx, que tiene varios principios, a escoger el que más le guste a
usted, oiga.
Lo veo también como al famoso flautista aquel, el
de Hamelin, que se llevó a las ratas del pueblo y luego ahogó al futuro del
mismo pueblo.
No es que me dé miedo del personaje, ni que lo
vea con cuernos y rabo como me dijo un día una persona que confunde velocidad
con tocino, nunca pensé que los comunista los tuvieran, ni tampoco me han dado
miedo jamás, simplemente no comulgo con sus ideas, aunque respeto todas las ideologías
cuando estas sean planteadas con corrección.
Sé que me van a llover las críticas por esta
entrada, y no van a ser precisamente respetuosas, porque quienes defienden al
tal Pablo suelen ser personas muy beligerantes, que no aceptan disensiones, o
eres podemita o lo llevas claro, no aceptan criticas, aunque ellos son quienes
hacen las criticas más feroces contra todo aquel que no comulgue con sus ruedas
de molino.
Yo los voté en las europeas, de aquellos
representantes electos creo que ni uno queda ya en Bruselas, y eso que
prometieron quedarse hasta el final del mandato.
Lo de los círculos también tiene lo suyo, ya ha
saltado por los aires más de uno, se han cortado cabezas disidentes y la
supuesta democracia interna está quedando en entredicho en algunos lugares.
A estas alturas o estás con Pablo o contra él, y
quien tenga reaños que le plante cara, que dura en Podemos menos que un
caramelo en la puerta de un colegio.
¡Habemus líder totalitario e iluminado! Mucho estábamos tardando en tener uno, Dios quiera que no nos
ahogue el futuro como hizo el flautista.
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