De toda la vida de Dios, como dicen por mi tierra, la
solidaridad ha sido necesaria porque un individuo solo no pesa tanto como un
grupo, aquello de “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero” es una
gran verdad.
Cuando un país pasa por una situación de crisis tan bestial
como la que está pasando España, es cuando se hacen visibles las diferentes
sensibilidades a la hora de aportar el granito de arena de cada cual, para en
lo posible paliar las difíciles, a veces imposibles situaciones por las que
pasan muchas personas.
Entre las diferentes filosofías en que se basan las acciones
de apoyo a las personas que están en grave riesgo de exclusión social, hay básicamente
dos principales conceptos, LA SOLIDARIDAD, que es un concepto universal e igualitario,
y LA CARIDAD, que en nuestro país y por la educación ancestral
que arrastramos la apellidaríamos cristiana, conceptos estos que tienen
sustanciales diferencias entre sí.
En mi humilde opinión, la CARIDAD es una ayuda que se
caracteriza básicamente por tener un carácter religioso, donde existe una
diferencia entre quien da y quien recibe y por esto en muchas ocasiones es discriminatoria, que se da las más de las
veces como limosna, que sirve para lograr un fin o recompensa individual, bien
sea el cielo o el reconocimiento de la comunidad y que siempre deja de lado la
autoestima y la dignidad de las personas que reciben la “limosna”.
La SOLIDARIDAD por el contrario, es un apoyo entre personas,
quienes dan y quienes reciben están en pie de igualdad porque saben que
cualquiera podría estar en las circunstancias de necesitar de la solidaridad de
los demás, es un sentimiento empático donde no se busca ninguna recompensa
personal, es una acción donde se cuida
exquisitamente la dignidad de las personas, es primordialmente luchar codo con
codo contra las malas situaciones, una adhesión circunstancial a las causas de
otros.
En estas terribles circunstancias por las que pasamos, por
las que están pasando muchas personas, muchas familias, desesperadas por no
tener alimentos para subsistir, ropas para quitarse el frio, dinero para pagar
facturas imprescindibles, circunstancias estas que han abocado a muchas
personas al suicidio, es necesario hilar muy fino a la hora de dar apoyo, LA
DIGNIDAD y LA AUTOESTIMA del individuo
deben ser mimadas hasta el extremo, sin ellas las personas dejan de ser
personas para pasar a ser vehículos de los intereses personales de quien ofrece
esa “ayuda”-
Cuando hablamos de entidades, organizaciones o asociaciones,
el apoyo brindado debe ser digno y
suficiente, no tiene sentido acaparar “números de beneficiarios” si la ayuda
que se le aporta es nimia y no resuelve sólidamente las situaciones precarias,
debe de hacerse de una forma discreta sin exponer a las personas al escarnio público,
organizar las cosas de forma que el “momento” en el que se recibe la aportación
sea rápido e íntimo y sin espectadores de las necesidades y las situaciones
personales no deseadas, pues para nadie es grato verse en riesgo de exclusión social,
o ya directamente excluido.
Yo personalmente voto por la SOLIDARIDAD ¿y tú?
Ya sabes mi situacion, aunque no puedo decir que lo estoy pasando mal porque no... Porque gracias a Dios o al destino o al Universo, mi madre esta viva y mi hermana enferma psiquica cobra una pequeña paga y mi hermano mayor soltero (en paro ahora) y sin cargas hipotecarias (se las quito antes de quedar en paro)nos echa una mano con las facturas de luz y demas. Yo estoy cobrando los 420 euros, aun así cuando voy a comprar al Mercadona, siempre pillo algo para una amiga que lo esta pasando mucho peor que yo... Ayudo a mi hermana para gasolina de vez en cuando... a mis sobrinos... Porque si no nos ayudamos la familia y los que tenemos un poco mas que otros, no nos ayuda nadie...
ResponderEliminarEstupenda reflexión Inma.
ResponderEliminarPor supuesto, también yo creo que la solidaridad es el camino.
Que caridad suena a 'te-perdono-la-vida' y a 'lo-hago-porque-me-das-lástima'.
Solidaridad, en cambio, suena a "todos-somos-iguales" y a "ahora-que-yo-puedo-te-ayudo-a-tí", no porque me das lástima, si no porque todos somos familia y tenemos la misma sangre, la de todos los humanos del planeta.
Besos y enhorabuena por PUNTO DE ENCUENTRO.
Siempre hay alguna accion solidaria que da salidas dignas a personas en situaciones criticas Bego, de ahi mi articulo de hoy.
ResponderEliminarUn beso guapa :)
Primo, ahora escribo poco y casi no entro en face, pero te sigo en tu blog, estoy abonada y me llegan tus entradas por correo, por cierto muy curisosas y educativas.
ResponderEliminarMe gustaria mas que nos felicitaras por cerrar Punto de Encuentro, seria señal de que no hace falta solidaridad y todo el mundo vive con dignidad.
Un beso primo
Siempre habra gente que necesite algo, lo bueno es desear que haya mucho menos gente. Lo otro es una quimera amiga...aunque duela reconocerlo.
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