CIUDADANOS Y NO SUBDITOS

Antes que nada diré que soy consciente de que seré muy criticada por esta entrada en mi blog, porque digo sin ambages lo que pienso, y es que ser militante de un partido, no es de ningún modo pertenecer a una secta, la libertad de expresión, la distinta opinión, la contestación a aquello que no nos place es muy legitima, y por ello yo la ejerzo sin complejos.

Que conste que los españoles y españolas somos súbditos, no ciudadanos, aunque en cualquier medio político, social o mediático nos califiquen como tales. El repetir  hasta la saciedad un concepto no lo hace verdad, somos súbditos, mal que nos pese y con todas sus consecuencias.

Hubo un delicado momento político y social en nuestro país, en el que los que sabían, los que estaban en política y manejaban la información, nos dijeron que era necesario mantener los mandatos del dictador y aceptar de buen grado la monarquía, por una transición pacífica y por el bien general. Lo aceptamos de buen grado.

Tan de buen grado fue aceptada la imposición que ha durado casi cuarenta años, como la dictadura. Pero ya ha madurado el país y es el momento de replantear que queremos los ciudadanos, y eso se consigue preguntándonos ¡es fácil!

Pero es fácil sobre el papel, porque la mayoría de nuestros representantes políticos han decidido por nosotros que hay que respetar la Constitución, en este caso si hay que respetarla, en otros no.

Concretamente recuerdo con nitidez aquel  23 de agosto de 2011, en que con “estivalidad” y alevosía, el gobierno del PSOE  de acuerdo con el PP “retocó” sensiblemente el artículo 135 de la Constitución, de manera que con la reforma se daba prioridad al pago de la deuda sobre los derechos de los súbditos, en este caso la Carta Magna se podía toquetear ¡es curioso!

Pues bien, estamos en el momento en que el PSOE, un partido tradicionalmente republicano, defiende a capa y espada la sucesión al trono del príncipe, arguyendo que hay que respetar la Constitución ¡hombre no! Si hasta algún antiguo insigne del partido, seguramente aquejado de una perdida prematura de memoria, dice con total tranquilidad que el PSOE nunca ha sido republicano ¡hay que joderse!

El señor Rubalcaba antes de abandonar la política dejara atado y bien atado al principito en su trono, haciendo comulgar a la militancia con ruedas de molino, y sin darnos ni un vasito de agua. Veremos a donde lo lleva la puerta giratoria, a algún buen consejo de administración y seguramente, si pierde ya totalmente la vergüenza, con algún ducado de Rubalcaba o algo así.

Yo quiero ser ciudadana y socialista, no súbdita, y lo digo a boca llena, y si el PSOE lo hace mal, lo digo con la misma boca.

¿Qué? ¿Qué no le gusta a alguien mi opinión?, pues para gustos, colores.

¡REFERÉNDUM YA!