El viernes desayuné con mi querido amigo Juan Miguel
Batalloso, porque hacía tiempo que no nos veíamos para hablar un ratito, y porque
quería darme ánimos después del affaire
que nos ha llevado a cerrar nuestra asociación PUNTO DE ENCUENTRO.
Para saber que sucedió pinchar este enlace, aquí y ahora no
me apetece recordar el momento.
https://www.facebook.com/groups/PUNTODEENCUENTROCAMAS/
De Juan Miguel aprendí muchas cosas en mi más tierna
juventud, y hoy en día sigo aprendiendo. Fue él quien me dijo insistentemente
que debíamos buscar patrocinio y dinero para mantener la acción solidaria, y
llevaba toda la razón, aun cuando no queríamos tener nada que ver con dinero en
metálico, preferíamos que nos trajeran los alimentos, y no por el trabajo que
supone ir a comprar, si no por no manejar liquido, que ya se sabe que habría quien pensara que no era para alimentos, y es que así
somos muchos humanos, bien pensados por naturaleza.
Así que dándole vueltas a cómo conseguiríamos los euros
necesarios, aunamos la necesidad con el trabajo de los voluntarios, y el dinero
lo conseguíamos trabajando nosotros mismos, de este modo no habría posibilidad
de pensar que el dinero que nos dieran fuera a parar a otro fin que no fuese
comprar comida para repartirla. Conseguimos mucho dinero y muchos alimentos, de
tal modo que en dos años hemos repartido del orden de 45.000 kilos de productos
perecederos y no perecederos.
Pues bien, me decía Juan Miguel, con mucha pena y mas razón,
que una iniciativa como PUNTO DE ENCUENTRO, basada en el “buenismo” y sin una organización
oficial detrás para sustentarla, estaba destinada a la desaparición, porque se
basa en medios privados y suele ser una acción unipersonal, bipersonal en algunos
casos, es decir, que el peso lo llevan una o dos personas, con la
imprescindible e inestimable ayuda de voluntarios que vienen y van, pero que
cuando un suceso grave o el cansancio derriban las fuerzas y la ilusión de esa
persona o esas dos personas, el proyecto se va al garete.
He de decir que esta reflexión es absolutamente acertada,
porque lo que ha sucedido a los voluntarios de PUNTO DE ENCUENTRO, no habría ocurrido
de ser un organismos oficial, primero por el sencillo motivo de que quienes agreden
se lo piensan antes de pegarle a trabajadores
de la administración u otros conocidos organismos solidarios o caritativos, y
segundo que tras el incidente nadie quería hacerse cargo del trabajo y el
esfuerzo que supone mantener activa la asociación.
Como bien dice mi querido amigo Faustino Romero, voluntario
de PUNTO DE ENCUENTRO, seguramente habremos hecho muchas cosas mal, pero jamás hemos
perdido el norte de nuestra idea, ayudar a los más desfavorecidos.
Con este desgraciado incidente damos por cerrado y terminado
el último capítulo de la historia de nuestra asociación. El motivo de este artículo es dar las mas cálidas
gracias a todas y todos los voluntarios que han colaborado con PUNTO DE
ENCUENTRO, a las personas solidarias que
han aportado alimentos y ropa, a las empresas y organismos que nos han ayudado
tanto, a todas las persona de buena voluntad que de una manera u otra han
cooperado para que durante dos años nuestros convecinos mas necesitas hayan
dispuesto de una humilde aportación que
les haya ayudado a hacer más llevadera
su crítica situación.
Muchas gracias y un abrazo a todas esas maravillosas
personas.
Lo siento Inma. Una penica
ResponderEliminarGracias Montse. Muchos besos.
ResponderEliminar