Acabada la aventura olímpica como el rosario de la aurora,
les toca a los políticos de medio pelo y media lengua que tenemos en España instalarse
de una vez en la deprimente realidad que nos han ido regalando a lo largo de
los últimos años y asumir que un país no vive de sueños ni de hipótesis descabelladas.
Se las prometían muy felices con la realización de las
olimpiadas, no solo ellos, los políticos, iban a crear 50.000 empleos, decían, también
los empresarios y mediadores que veían el negocio del siglo al alcance de sus garras, más
sobres, más millones, más adjudicaciones a dedo, más cuentas en Suiza, y más y más
y más corrupción.
Pero la realidad es tozuda y el mundo real y sus problemas
insisten en permanecer instalados en el país,
los desahuciados sin dación en pago, los parado sin subsidios, los enfermos sin
sanidad, los indigentes sin medios de subsistencia, la dependencia abandonada, los
escolares con sus materiales para el comienzo de curso y sin sus becas de comedor, los universitarios y
sus tasas inasumibles, la justicia para ricos, lenta, cara e injusta, Bárcenas
y su manta, la Gürtel y sus secuaces, Urdangarin
y la Infanta, Soto del Real y los indultos, los discos
duros destruidos, Cospedal, Arenas y Rajoy en “corrupción, mentiras y cintas de
video”.
Las cortinas de humos gibraltareñas y el cuento de la
lechera olímpico no han podido esconder la situación del país, aunque Montoro
en el colmo del cinismo nos ponga de ejemplo mundial de superación de la crisis y de Guindos saque de la chistera económica
miles de millones olímpicos, aunque Obama salude a Don Mariano en un pasillo y
España asista como invitada al G-20, no hay manera de maquillar la cruda
realidad, en este país hay hambre, miseria, desesperación, sed de justicia,
huida de cerebros, economía sumergida, suicidios, ruina, bancos de alimentos,
Caritas, asociaciones solidarias, jubilados que mantienen a varias familias,
hay de todo eso, menos políticos decentes en las altas esferas.
Madrid no será sede de las Olimpiadas 2020 pero no hay problema, tenemos a los políticos es pañoles
que son campeones olímpicos de corrupción
y cinismo.
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