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Bueno como vengo diciendo hace tiempo, empieza el baile, y el baile general ha comenzado al sur, mar por medio. En Túnez la población ha demostrado su hartazgo y desesperación claramente, tan claramente que el señor presidente ha tomado las de Villadiego a bordo de un avión rumbo a Arabia Saudí.
Salvando las diferencias que son muchas y grandes, se podría hacer un cierto paralelismo entre la situación de los países en vías de desarrollo y el muy desarrollado mundo occidental, cada modelo tiene su particular modo de “bailar”, pero el final es que todos acabaremos bailando.
En el vecino país, instaurada durante 23 años una dictadura disimulada con visos democráticos, la crisis, el aumento de los precios, el paro y la corrupción, han propiciado un movimiento popular sin precedentes ni dirigentes conocidos que ha terminado con el presidente huyendo a otras latitudes más amables, o mejor dicho a donde le han dejado aposentar sus reales, que sus amigos los francés que tanto apoyo le daban le han dicho que en Francia va a ser que no, ahora que eso sí, se ha largado con el riñón bien cubierto de millones de dólares robados a la población que le ha dicho que hasta aquí hemos llegado señor presidente.
Parce que en Argelia también anda el personal un poco harto de la misma situación y algo han dicho ya, y en Marruecos está el runrún de boca en boca por lo bajini, también en Egipto anda la cosa revuelta, el mundo en vías de desarrollo se está hartando y plantando cara a la situación, no quieren pagar los platos rotos de una crisis que no han buscado y de la que no han participado.
En nuestro mundo, el desarrollado, el occidental, también nos están haciendo pagar los platos rotos de esta “supuesta” crisis a los ciudadanos que no hemos participado en el festín de millones de dólares y euros que están ganado los que la han diseñado tan magistralmente para darnos un atraco a mano armada a millones de ciudadanos trabajadores y jubilados.
Opino que esta crisis ha sido diseñada “ad hoc”, es decir para dejar expedito el camino a los mercados, tras los que están las grandes empresas y capitales, ha sido ideada para que los millones de productores que somos en definitiva quienes aportamos el trabajo y la riqueza no pidamos más beneficios que aquellos que ellos consideren los ideales, nos han estado dando cuerda larga y ahora tiran de ella acogotando a los gobiernos y los países e imponiendo sus normas.
Han conseguido casi liquidar el concepto solidaridad y unidad, por aquello del divide y vencerás, se han casi cargado a los interlocutores sociales, los sindicatos, vendiendo la idea de que son unos chorizos traidores, así pueden imponer sus planteamientos neoliberales y dejar a los trabajadores bajo mínimos en concepto de derechos, despido casi libre, contratación inestable, sueldos rebajados, mayor edad de jubilación, mayor tiempo de cotización, pensiones mas bajas, y condiciones laborales cada vez más precarias, ya que ahora quieren además que los efectos de los convenio colectivos pierdan su ultraactividad, concepto imprescindible y que significa que cuando se negocie un convenio nuevo se parta del anterior para mejorar el resultante, nunca partir de cero para conseguir quedarse como estaba en el mejor de los casos, y en el peor perder algunos de los logros ya conseguidos.
Los que se han inventado la crisis tienen bien solventado el asunto de las materias primas, tienen a los países productores metidos en guerras permanentes, con guerrillas bien armadas y dictadorzuelos desgobernando y haciéndose insultantemente ricos, allí les sale la cosa casi gratis.
A los países que elaboramos los productos finales ya nos están metiendo en cintura a base de crisis, para que el negocio les salga mas barato.
El final es que todo para ellos y nada para nosotros, del trabajo al cementerio y dando gracias de que no nos paguen en fichas como a los mineros de los salares chilenos.
Pues mira tú por donde los vecinos nos han demostrado que somos más, muchos más que ellos, que los inventores de la crisis, y que todos unidos podemos más.
Esperemos que no sigan tensando la cuerda hasta el punto de la ruptura, con esta nadie sale ganado, pero el cántaro a fuerza de ir a la fuente se acaba rompiendo.
“Opino que esta crisis ha sido diseñada “ad hoc”, es decir para dejar expedito el camino a los mercados, tras los que están las grandes empresas y capitales, ha sido ideada para que los millones de productores que somos en definitiva quienes aportamos el trabajo y la riqueza no pidamos más beneficios que aquellos que ellos consideren los ideales, nos han estado dando cuerda larga y ahora tiran de ella acogotando a los gobiernos y los países e imponiendo sus normas”. Entresaco este párrafo de tu artículo porque veo que coincides conmigo en que la crisis es eso, una “crisis de diseño”, fabricada por el gran capital, ¡perdón!, “los mercados”, que eso de gran capital suena a marxismo, para robar los derechos laborales y sociales que tanto tiempo y vidas costó conseguir.
ResponderEliminarAunque el muro de Berlín ocultaba lamentables dictaduras comunistas, la sólo presencia de éstas determinó que el gran capital adoptara un rostro “humano” y nos diera derechos impensables a los ciudadanos occidentales, que no a los de otros sitios, constituyéndose el “estado del bienestar”. Caído el muro, en parte por su propio peso y en parte por la acción de ese papa de diseño que será canonizado en breve, desaparecido el enemigo, la revolución neoconservadora comenzada por la “dama de hierro” y el “vaquero presidente” alcanza su mayoría de edad y hoy su “madurez”. Esta madurez implica que se acabaron las concesiones a los trabajadores y que hay que recortarles todo lo que se pueda, dejándole sólo lo sucinto para que puedan consumir y tengan miedo de perderlo. Para ello qué mejor que montar una crisis.
Los mercados mandan, los gobiernos se pliegan a sus exigencias y parte de la población exige a éstos que hagan lo que les ordenan los neoliberales que nos llevaron a la crisis en su afán de codicia.” El final es que todo para ellos y nada para nosotros, del trabajo al cementerio y dando gracias de que no nos paguen en fichas como a los mineros de los salares chilenos. Y yo añadiría que con la esperanza de que no nos manden a ningún general que nos hable.
Pues si PeSaR, ¿que mas puedo añadir yo?, que esperemos que no seamos gran rebaño de ovejas y nos comamos todo lo que ellos quieran, sera duro lo de Tunez, pero una protesta masiva y general en el mundo entero a lo mejor les hacia pensarse un poco las cosas, pero para que eso llegue aun queda mucha cuerda de la que tirar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu visión sobre la situación actual en el mundo y como se relaciona con la que vivimos en los países desarrollados.
ResponderEliminarDe lo que estoy seguro Inma, es que los poderosos van a seguir apretando la soga porque estamos tan adocenados que solo pensamos en que si no hacemos nada, nos van a dejar en paz. Se ha extendido tanto el individualismo que vamos a tardar bastante en recuperar el espíritu de sacrificio para luchar como en otros tiempos. Pero por algún sitio se empieza, y es de lógica pensar que sea en el tercer mundo donde se dan más las condiciones para decir "BASTA"
Que sigas con ese espíritu rebelde.
Saludos cordiales.
Juan, gracias por el comentario, yo también creo que aquí falta bastante para que recuperemos la cordura y veamos que solos no vamos mas que a peor, pero como sigan así al final la desesperación hará lo que siempre hizo, unirnos y pedir lo nuestro,
ResponderEliminarSaludos
Tienes razón al decir que aún queda mucha cuerda de la cual tirar, Amiga Inma.
ResponderEliminarAcá muchos nos quejamos, pero no nos organizamos; muy buen ejemplo el de Túnez.
Ojala cunda el ejemplo de organización social y entonces tal vez muchos, en todos los países en vías de desarrollo y en algunos "del primer mundo", nos decidamos a empezar el cambio, a ofrecer nuestras vidas luchando por ese cambio tan ansiado y necesario, porque definitivamente no se logrará nada sin derramamiento de sangre, son demasiados intéreses de un lado y de otro, internos y externos, nadie va a ceder fácilmente, por eso, acá, no pasa de marchas que afectan el tránsito en las calles, el gobierno las permite en tanto no le perjudique demasiado, mientras la ciudadania en general a joderse unas horas, llegar tarde a escuelas y trabajos, cerrar los negocios un rato. Realmente el grueso de la población en la ciudad no se une a las marchas y plantones, son los sindicatos principalmente, pero no van al fondo del asunto, la clase política conserva sus privilegios a través de los años y años.
Por miedo los más, por comodidad los menos, pero la situación es cada día peor; la cuerda se va a tensar al punto que muchos quedarán ahorcados antes de que se rompa por completo.
Debo decir, con mucha vergüenza, que me limito a rezar, observar y esperar, porque el descontento sin acción no sirve de nada.
Cuídate Amiga Inma, luego nos leemos.
Amigo Pherro, cuando las situaciones se van poniendo cada vez mas feas para la mayoría, casi sin darnos cuenta estamos preparados animicamente para dar el grito, solo falta como paso en Túnez por ejemplo, que un joven harto ya de que lo pisotearan se quemo a las puertas del ayuntamiento de su pueblo, la policía le había confiscado su puestecito ilegal de frutas con el que se ganaba la vida, y ya ves la que se ha formado, hasta el presidente ha tenido que salir corriendo.
ResponderEliminarSaludos Amigo Pherro, por aqui nos leemos.
¿Y tienes pruebas de lo que dices o es una teoría conspiratoria más?
ResponderEliminarPorque más bien parece que le estamos echando la culpa de todo lo que pasa a unos conspiradores de gafas oscuras que se ocultan tras unos cristales oscuros...
¿Y qué pasa ahora que no haya pasado antes? ¿Dónde está la novedad? Una crisis como otra cualquiera, a pesar de que muchos nos quieran hacer ver de que esto es diferente y que esto va a cambiar el sentido de la rotación de la Tierra.
Yo no veo ninguna conspiración del cuarto, quinto o sexto poder para cargarse esos valores tan simpáticos del mundo de Bambi como los sindicatos, la solidaridad y el amor por los pobres que por supuesto son siempre de izquierdas. Más bien veo una crisis de esos valores en sí mismos, que han demostrado que sólo se sostienen cuando hay dinero y vivimos en un mundo feliz.