UN APLAUSO A NUESTRA POLICÍA MUNICIPAL

Nuestro país, Europa, el mundo está pasando por una situación absolutamente inédita en los dos últimos siglos, por tanto ningún ser humano contemporáneo se ha visto en otra más grande ni mas grave.

Cada día a las 20h. en las terrazas, balcones y ventanas las personas de bien se  solidarizan mediante un aplauso con el personal sanitario, los trabajadores de supermercados, militares, camioneros, farmacéuticos, repartidores, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y todos los que cada día salimos a la calle a mantener la vertebración de nuestro país para que pasemos esta situación lo mejor posible, atendidos desde el punto de vista de la salud, de las necesidades materiales y el de la seguridad ciudadana.

A mi personalmente me toca ir a mi hospital, a la puerta de urgencias del hospital infantil que es donde trabajo y donde sin miedo pero con mucha prevención y precaución desarrollo mi labor como enfermera, y las personas me trasladan su agradecimiento con su aplauso diario y de viva voz también, héroes nos llaman al personal sanitario, y ahí entramos todos desde la limpiadora al cirujano, todos estamos en primera linea de fuego en ese frente.

Hay mas frentes y yo a mi vez le agradezco a ellos su dedicación, a todos los que nos surten de  lo necesario para que no pasemos hambre, frío o dolor.

Y otro frente muy complicado, y muy peligroso por partida doble es el que cubren los militares y la policía nacional y local. Estos últimos no solo se enfrentan a situaciones complicadas y violentas donde su integridad física a veces peligra, ahora ademas se enfrentan con unos guantes de goma y una mascarilla a delincuentes habituales, ocasionales y a insensatos que se creen que estamos de juerga en vez de en situación de alarma y donde que se resuelva con bien y pronto la situación crítica depende de que nos aislemos en nuestras casas y hagamos caso de aquello que nos indiquen las autoridades.

Pues bien, yo creo que la policía local de mi pueblo, imagino que la de todos los pueblos, son héroes porque tienen que bregar con imbéciles descerebrados que se saltan a la torera la cuarentena y se van a la calle, como si esto fuera una fiesta. Y si la cosa se pone tonta tienen que acortar distancias y llegar al cuerpo a cuerpo, porque algunos insensatos les da su real gana, y con ese cuerpo a cuerpo poner en peligro su salud.

Estos policías locales son seres humanos, son hijos, padres, hermanos y esposos y están poniendo cada vez que salen su vida en riesgo para protegernos y por el bien de todos los cameros, sin excepción, y por eso hay que darles las gracias una y mil veces.

Estos días he tenido ocasión de ver en las redes sociales, esas que les sirven a los cobardes para echar veneno sin dar la cara, como digo he visto a algún desaprensivo insultar, criticar, vilipendiar y hasta acordarse de la madre de los municipales de mi pueblo, Camas, y ponerles motes malintencionados. Por fortuna también he visto a la gente de bien de mi pueblo defenderlos  con uñas y dientes, porque se lo merecen por la increíble e inestimable labor que hacen, siempre, pero con mas motivo ahora en estos delicados momentos.

UN APLAUSO A LA POLICIAL LOCAL DE CAMAS.

¡¡¡VIVA NUESTRA POLICÍA!!!

DEL CORONAVIRUS HASTA LA MASCARILLA

Esto que voy a contar es un caso verídico, como los chistes de Paco Gandia, solo que sin gracia y que me ha pasado a mi.

Resulta que, como tres veces cada invierno, he pillado un constipado de nariz (lo cual no es raro ya que estoy trabajando en un hospital con niños que en esta época vienen por cientos a tratarse sus cuadros respiratorios, bronquiolitis, laringitis, gripe A, etc y nos los pegan al personal) pues bien, con mis mocos y mi cabeza abombada voy a ver a mi medica a que me mande algún corticoide para mi voz, que me quedo afónica en cuanto empiezo con los mocos, y Espidifen para el dolor de cabeza (antes lo compraba yo, pero ahora es con receta).

Resulta que mi medica no está, pero hay otra viendo las urgencias, entro le digo que estoy resfriada y que soy enfermera del infantil, y ya no puedo seguir prácticamente hablando. La señora pega un salto, sale gritando "DEBERÍA USTED HABER LLAMADO AL 112 ANTES DE VENIR AQUÍ ¿ACASO NO CONOCE LOS PROTOCOLOS?" Le dije que yo si los conocía, pero ella no. Pide a voces una mascarilla, me la tira desde la puerta y me deja sola en la consulta.

Al rato viene y me dice, desde la puerta y con una mascarilla puesta "VÁYASE A SU CASA, ESTÁ USTED EN CUARENTENA, LLAME AL SERVICIO DE MEDICINA PREVENTIVA DE SU HOSPITAL" . Yo me quedo a cuadros, pues no cumplo ninguno los requisitos para estar en esa situación de aislamiento, le digo imagínese que vivo sola ¿que como y quien me cuida? si me ve tan mal como para ponerme en cuarentena ingreseme, y me dice que no me ingresa, y que algún vecino me lleve algo de comer y me de alguna vueltecita ¡Con dos ovarios!

Bueno, luego me tocó llamar yo al 112 y explicarles mi patología, tras hablar con la responsable me sacó del protocolo y me dijo que ni cuarentena ni leches. Hablé con Medicina Preventiva que también me dijeron que nada de cuarentena, que en mi hospital ni ha habido casos, ni he estado de viaje, ni tengo fiebre, ni dolores musculares, ni dificultad respiratoria ni nada de nada, excepto más mocos que una oveja serrana.

Hoy he ido a mi medica a que me recete mi Espidifen, y ya que estaba allí me ha auscultado, mirado, remirado y me ha dicho que no tengo coronavirus, jajajja, ya lo sabía yo.

Por fortuna no tengo coronavirus, solo un catarro, y ese lo tengo porque los aerosoles se los ponemos a los niños en una habitación sin ventilación, y con unas mascarillas que nos dan que son del TBO y así se nos pegan las cosas si o si. Nos dan una mascarilla quirúrgica por turno, aunque la normativa es que hay que tirarla una vez usada. Pero esas mascarillas son inútiles en los contagios por gotas de flugge, o sea por vía aérea, para esos casos hacen falta mascarillas con filtro, y de esas no hay, y si las hay están escondidas. Solo hay tres equipos para atender a sospechosos de portar coronavirus.

Yo me paso media noche atendiendo a niños en triaje, o sea haciendo una pequeña historia para saber que tiene el niño y darle un orden de prioridad , incluso adelantar algo de medicación si la precisan por fiebre, por ejemplo.Pues bien todo esto lo hago sin mascarilla, o en todo caso con una inservible para casos de coronavirus o cualquier proceso viral respiratorio que se transmita por gotas de flugge.

Ea, pues aun tengo que dar gracias de que esta vez he pillado un resfriado común, cuando llegue el primer coronavirus a urgencias de mi hospital lo pillará, lo pillaremos, a quien tenga la desgracia de estar de turno, y si tienes la mala suerte de que te pille, que no te atropelle una médica histérica que te mande a tu asa a cargo de la buena voluntad de los vecinos.

Total que como dice el chiste de la picadura de serpiente "NÁ QUE TE MUERES"