miércoles, 18 de diciembre de 2019

OTRA SITUACIÓN HIPOTÉTICAMENTE HIPOTÉTICA



Los que seguís mi blog sabéis que hay una fórmula que me encanta utilizar, la hipótesis. Pues bien, hoy vamos a jugar de nuevo a imaginar situaciones absurdas y para ello debemos ponernos en la siguiente tesitura:
Estamos en un hospital pediátrico donde en esta época del año hay lo que los modernos han dado en llamar “alta frecuentación” que es lo que antes era que el hospital estaba hasta la bandera, y esto se debe a que los niños, sobre todo los más pequeños, desde 1 día hasta los dos años se contagian de un virus que se llama VRS (virus respiratorio sinticial) produciéndoles una enfermedad que se llama bronquiolitis, que pude ser algo leve o puede llegar a provocar la muerte del niño.

Quiero explicar un poco como son los cuidados que necesitan estos pequeños pacientes para que se entienda mejor el cuentecito que a continuación contaré. A estos niños hay que tenerles una vigilancia muy intensa ya que en unos minutos pueden ponerse muy malitos. Hay que colocarles un aparato que se llama pulsioximetro para saber en todo momento como es su saturación de oxigeno en sangre para, en caso necesario si saturan por debajo del 92%, aportarles oxigeno extra mediante unas gafas (adminiculo consistente en un tubo conectado con el depósito de oxigeno y que se coloca en la nariz). También se les va a administrando una medicación o simplemente suero en forma de aerosoles para tratar de abrir sus bronquios y bronquiolos, se les hacen lavados de nariz y se les sacan las secreciones aspirándolas. Se puede dar el caso de que el niño tras todas estas medidas terapéuticas tenga unas cifras aceptables de saturación pero esté muy cansadito, su musculatura aun es débil y hacer ese esfuerzo para inhalar aire acaba agotándolos, y es la enfermera con su ojo experto quien “ve” como va evolucionando ese niño. Ahora vamos a la hipotética hipótesis con la que vamos a hipotetizar. ¡Me encantan estos palabros!

Servicio de Observación de ese imaginario hospital, hay 13 camas o cunas y la dotación de personal es de 3 enfermeros/as y 3 técnicos, aunque si la ocupación es baja (hay hasta 8 niños) un enfermero y un técnico se salen a la zona de Puerta a reforzar hasta las 12 de la noche, hora en que ya se vuelven a Observación. Si la ocupación es alta o no van a puerta o se vuelven a cubrir la atención de los pacientes ingresados en observación sea la hora que sea, y si la Puerta está muy liada es el supervisor /a de guardia quien soluciona el asunto y busca entre el personal del hospital menos atareado o echando mano del reten para que se baje a cubrir el puesto de trabajo.

Pues bien, imaginad que es una de esas noches endiabladas de “alta frecuentación” , no hay camas libres en el hospital y la puerta está llena de niños con bronquiolitis, incluso algún neonato de menos de un mes que van ingresando uno tras otro en Observación, y se da el caso de que un enfermero se encuentra muy indispuesto y se va a su casa enfermo por lo que ya se van a quedar solo 2 enfermeros/as durante toda la noche, cuando se ve venir que en breve van a ingresar más niños con bronquiolitis. He de aclarar que los que ingresan son niños que van evolucionando mal y hay que vigilar que no se pongan peor, y de ser así avisar a los pediatras para que vayan tomando las medidas que consideren oportunas, todas ellas van a requerir de un enfermero en exclusiva durante bastante tiempo con lo que el resto de niños se quedan en manos de una sola persona, roguemos pues para que otro niño no se ponga más malito porque entonces los otros niños se quedan sin vigilancia durante un buen rato.

Ahora haced volar vuestra imaginación y veréis a una enfermera con bastantes años de experiencia que llama a su inmediato superior/a, el supervisor/a para decirle que la situación no está para quedarse dos enfermeros y ¡ATENCION! aquí llega lo absurdo, este superior le dice a esta enfermera que se meta en el grupo de wasap de Urgencias y diga a ver quién quiere venir a echar una mano, como es normal la enfermera le dice a este superior/a que va a olvidar esa respuesta, que todo el mundo alguna vez dice alguna estupidez, y que si ingresan más niños avisará al Jefe de la Guardia para hacer constar que si ocurriese algo indeseado será responsabilidad del inmediato  superior/a .

En un breve espacio de tiempo el inmediato superior/a se persona en Observación y dice ¡ATENCION! la segunda opción absurda y ¿ridicula?, que si no son capaces  hacerse cargo de la situación van a bajar dos enfermeros de la UCI y estas dos enfermeras se van a subir a la UCI para hacerse cargo de sus enfermos, 2 por cada enfermera, estables y que no necesitan nada especial. No se sabe si la intención de este supervisor/a era acojonar a las enfermeras con llevarlas a un servicio totalmente desconocido a hacerse cargo de pacientes en cuidados intensivos, o tratar de ridiculizarlas y hacerlas ver que eran unas malas profesionales, en cualquier caso si mala es una cosa, mala es otra. Mal gestor de personal es aquel que la opción que da es “esto es lo que hay, os quedáis dos y punto” o “sois malas profesionales, porque yo lo digo”

Una de las enfermeras le dijo que ella iba a la UCI y a Camboya pero que esa no era la solución, si una tontería era lo del wasap, ya lo de la UCI era una solemne estupidez, que buscase a una enfermera que para eso le pagan, para solucionar los problemas que se presenten, igual que a las enfermeras les pagan por cuidar a los pacientes.

Al final el supervisor/a encontró la solución, que se la dio la enfermera que era capaz de ir a Camboya. Había una enfermera haciendo la residencia de segundo año de la especialidad de Pediatría que el supervisor/a no sabía que estaba en la puerta como “cuarta enfermera”

Y es que en el mundo de la fantasía y los cuentos cualquier cosa es posible, hasta que te manden a buscar por wasap a la 1 de la madrugada un sustituto de un enfermero enfermo, y que quien es capaz de sugerir tamaña tontería tenga a su cargo la responsabilidad de gestionar las necesidades de dos hospitales.

Aunque así también lo hago yo, o puede hacerlo alguna enfermera de la UCI ¿O no?



martes, 16 de abril de 2019

¿CAMPAÑA O CIRCO?



Estamos ya en plena campaña electoral y sería de esperar, sería lo normal, que los grupos, partidos y coaliciones estuvieran presentando sus programas. La ciudadanía queremos saber que proponen los que van a gobernarnos durante los próximos cuatro años.

Queremos saber las políticas sociales y económicas que van a defender nuestros futuros gobernantes. Conocer que piensan hacer sobre asuntos que nos preocupan como sociedad, por ejemplo las pensiones, el salario mínimo, la brecha salarial, la dependencia, la igualdad, la violencia de género, la pobreza energética, la prostitución, la sanidad, la eutanasia, la maternidad subrogada, las jubilaciones, la educación, la inmigración, el paro, los impuestos, la edad de jubilación, la corrupción etc.  podría estar hasta mañana escribiendo asuntos y propuestas, pues son muchas y diversas las carencias que padecemos en este país.

¡Pues no señoras y señores! Nada de eso. La precampaña y la campaña se han instalado en la más soberana estupidez. Aquí estamos de memes, gilipolleces, barbaridades y fake news (y no tan fake como el asunto de la rebaja del salario mínimo, jajajja)  hasta más arriba del moño.

Entre el soberanismo catalán, las víctimas de ETA y otras víctimas, el vergonzoso desconocimiento de la realidad legal y social de algunos candidatos, el posicionamiento preconstitucional y cavernario de otros, y la poca vergüenza de los de la moto, esto es más un circo que una campaña.

Yo soy militante y votante del PSOE y ya sé, porque está escrito, publicado y a disposición de quien quiera informarse, el programa que voy a votar. Todas las medidas que van a tomar, y de donde va a salir el presupuesto para aplicar cualquiera de ellas. Con algunas no estoy totalmente de acuerdo, pero son políticas progresistas, donde el bienestar social y en consecuencia la redistribución de la riqueza son las patas donde se asientan todas las acciones de gobierno, así como la defensa de la Constitución y la unidad del territorio nacional.

Como buena amante de la política sigo a los demás partidos y me quedo muerta con sus proposiciones y sus mítines y declaraciones. Básicamente les va muy bien con que haya independentismo, el trifachito se relía en la bandera y tiran millas, no hay más Dios ni más Santa María que  Puichdmones, Torras y 155 y el Falcon, todo lo demás son inventos y estupideces.

Unos que niegan su mayor lacra, la corrupción, de tal manera que su partido ha sido considerado por la justicia como una organización criminal. Otros que prometen acabar con la corrupción y son denunciados por varios pucherazos, alguno ya constatado, en sus primarias y colocando al primo de la novia del líder de cabeza de lista en una circunscripción. De los otros ya ni hablo desde que defendieron el uso general de las armas por los “ciudadanos de bien”, negaron la violencia machista, y quieren devolver al armario la diversidad sexual.

Todo esto lo comparo yo con ese individuo que se las da de intelectual siendo un zote, pobrecito, que critica a fulano por ingenioso, denotando su total falta de ingenio, a mengano por oler mal cuando él mismo se cambia de ropa de estación en estación, a perengano por cobarde cuando él sale por patas al ver cerca cualquier cosa que le huela a peligro, o a perengana por su físico cuando, él ha estado casado con una mujer muy similar a la que critica.

Señoras y señores, esto es la realidad, esa que supera a la ficción.

¡Pasen y vean el circo de tres pistas!

viernes, 5 de abril de 2019

¡LA INCOMPETENCIA SUPINA! (UNA HISTORIA HIPOTÉTICA)

 En aquel cotolengo hipotético mandaban los más ineptos, negligentes, incompetentes y negados, a la vez eran los más pelotas, trepas, chupaculos y mandingos. Esta mezcla era explosiva, y cuando tenían una ocurrencia, siempre encaminada a contentar a los mandingos mayores (nunca era motivada por el bien común) lo hacían de forma irreflexiva y sin la más mínima planificación que asegurara el éxito de la ejecución de la ocurrencia de turno.

En este cotolengo hipotético cada planta tenía a su personal  entrenado para tratar a cada especialidad, porque los profesionales que solían ser en principio multitareas, cuando eran ubicados en un sitio recibían un especial entrenamiento en las materias específicas de aquella planta, de manera que siendo todos pertenecientes a la misma profesión, con la práctica  se “especializaban” cada cual en las labores que eran su quehacer diario.

Para que se entienda mejor propongo una hipótesis, descabellada por lo impensable de que esto ocurriera en la realidad. Pongamos que en aquel cotolengo hubiera distintas especialidades, pongamos que hubiera por ejemplo un servicio de oncología infantil donde los niños eran tratados de sus distintos tipos de cáncer, y pongamos que algunos de estos niños sufrieran serias complicaciones derivadas de los efectos negativos de los agresivos tratamientos que se aplicaban para tratar de curar esa terrible dolencia, las complicaciones serian tan graves que potencialmente podrían poner en riesgo su vida.

Vamos a seguir  suponiendo.  Estos niños necesitarían de una atención muy especializada por parte del personal, este debería saber manejar los aparatos, medicaciones, interacciones de medicamentos,  manejo de los cuadros febriles y saber sobre todo interpretar cualquier signo que presentara el niño tratado, cosa que se  conseguía a base de experiencia, ya que como hemos dicho el personal en un principio era multitarea, sabían todas las técnicas genéricas pero no las especiales, y el conocimiento especifico les llegaba a través de la práctica, es decir, trabajando codo con codo con otros que ya habían aprendido y a su vez enseñaban a los recién llegados.

Los padres de estos niños ingresados en esa planta de este hipotético cotolengo  sabían y conocían,  a base de sufrirlo en las carnes de sus hijos, todas las técnicas y maneras de aplicar los cuidados y tratamientos, y tenían un ojo de halcón para ver la seguridad de los profesionales a la hora de hacer su trabajo, cosa muy natural ya que la vida de sus hijos estaba en sus manos.

Imaginemos que los ineptos que mandan en el hipotético cotolengo deciden, por un equis motivo, trasladar a los niños más complicados a otra planta de otra especialidad, donde el personal no tiene ni pajolera idea de cómo tratar a estos niños (sí, ya sé que es impensable algo así y que hay que hacer un ejercicio de imaginación extraordinario) Sigamos imaginando que los mandamases pasan del dicho, planificado la medida en sus tranquilos despachos, al hecho. Y lo hacen sin brindarle la oportuna formación al personal de la planta que va a recibir a estos pacientes y sin reforzar con más personal a esa planta receptora ya que la carga de trabajo aumenta de manera significativa. Imaginad la carajera, el miedo a meter la pata, la inseguridad, e imaginad a esos padres “ojo de halcón” que se percatan de lo que hay y montan en cólera, más que nada debido al propio miedo de que sea su hijo quien sufra las consecuencias de esta falta de previsión tan irresponsable. Con estos padres ojo avizor la inseguridad del personal se multiplica y el lío es mayúsculo.

Padres y madres quejándose, profesionales sufriendo crisis de angustia, supervisores superados por la presión de unos y otros y los mandamases en su mundo de papel, planificando e ignorando lo que pasa en el mundo real y negando la evidencia.

Estos ineptos cuando las cosas se ponen muy feas hacen lo que tienen por costumbre, buscan a una cabeza de turco y se la cortan, y con esta medida tratan de traspasar su irresponsabilidad al primer profesional que cogen por banda ¡Y a otra cosa mariposa!  ¡A por la siguiente ocurrencia! A programar con vista a la productividad y el ahorro, a los enfermos y a los profesionales que les den dos duros.

¿Que hubiera hecho yo, hipotéticamente hablando? Habría hablado con los padres y los enfermos, en el caso de que estos tuviesen la capacidad de comprender, y les habría explicado que habría un cambio de ubicación, pero que en ningún caso eso supondría una detrimento en su calidad de asistencia, habría reforzado con más personal ese servicio, habría reciclado al personal y puesto al día en tecnicas de manejo de estas patologías de manera que no hubiera supuesto una situación angustiosa ni para familiares, ni para pacientes, ni para profesionales ¡Pero claro, eso habría sido hacer las cosas como se deben hacer! Y eso no es lo que prima para los mandamases ineptos.

En fin, esto no deja de ser una hipotética situación salida de mi calenturienta imaginación, porque de ser verdad sería para cortar alguna cabeza ¿O no?

¿Tú que piensas?
                                                                                            

domingo, 3 de marzo de 2019

¿SQUIRTING? ¡NO, GRACIAS!



Ayer viendo La Sexta Noche me vinieron a la cabeza un cumulo de ideas, de cómo se han ido desarrollando la educación y el sexo a través de los años, de mis años en concreto.

Yo nací en medio de la dictadura y por tanto recibí una educación “fachocatólica”, en esa España pacata, provinciana y meapilas del florido pensil. Las niñas teníamos que guardarnos para el matrimonio y éramos seres asexuales, nada de saber donde teníamos los puntos de placer, porque al fin y al cabo las relaciones sexuales serian en todo caso, en esa delirante forma de ver la vida, encaminadas solo y exclusivamente para la procreación. También nos enseñaban que nuestro fin en la vida era proporcionarle a nuestra familia y sobre todo a nuestros maridos una existencia cómoda y placentera.

Pero llegaron los 70 y 80, para mí fueron estos últimos los que me trajeron otra visión de las cosas, los últimos coletazos del movimiento hippy, el amor libre y el flower power.

Estaba (todas estábamos) entre ese mundo en que los chicos querían arrimar cebolleta en los bailes y  en los que nosotras poníamos los codos como barrera, donde ellos trataban de meter mano y otras cosas si podían, y nosotras luchábamos denodadamente en evitarlo, como decía la canción “aunque sobada y un poco mustia guardábamos la flor de la virginidad” , y el otro mundo donde lo guay era transgredir todas estas normas, fumar, incluso porros, ir sin sujetador, enseñando la barriguita con unas faldas largas y floreadas y hacer el amor y no la guerra.

Luego con el tiempo, la democracia y el Informe Hite se medio normalizaron las cosas, las chicas ya sabíamos dónde estaba el clítoris y éramos más libres en los asuntos de sexo, disfrutábamos con nuestra pareja, una en cada época, nada de simultanear más de uno.

La primera experiencia sexual llegaba a los 20 más o menos y ya nos preocupábamos de tener nuestros orgasmos (sin fingir) por supuesto ellos también se preocupaban de que lo consiguiéramos, llegaron el cunnilingus, la felación y ¿las mujeres ya nos habíamos liberado en temas de sexo? ¡Pues no!

Llegó el tiempo en que las chicas tenían que tener relaciones cada vez más jóvenes, más promiscuas, más rápidas, en cualquier sitio y con cualquiera, si salías y no follabas no habías triunfado, y llegó un nuevo reto para nosotras el Punto G, había que encontrarlo sí o sí, si no querías ser una hecha polvo.

Después llegaron los tríos, los cuartetos, el swinging o intercambio de parejas, retos sexuales cada vez mas abigarrados, la fantasía de toda la vida de esos hombres que consumen pornografía,  que antes lo buscaban pagando y en esos momentos ya era gratis total ¿Por fin las mujeres habíamos llegado a la meta del sexo? ¡Pues no señoritas!

Ahora llega el Squirting ¿Y eso que coño es? Pues como su propio nombre indica (en inglés, claro) consiste en que salga de esa misma parte, y durante el orgasmo, un chorro de liquido, así que ahora tras saber donde están las zonas erógenas y los puntos de placer, follar con quien sea, donde sea con unos, dos, tres o cuatro, saber dónde está el punto G, bajarse al pilón con estilo, tener el monte de Venus depilado como una muñeca pepona para que el otro no se ahogue con elementos capilares, hay que ser una fuente humana.

Señoras y señores yo aquí me bajo del tren de las innovaciones sexuales no sea que lo próximo consista en hacer el  numero de la cabra a cuatro patas sobre una bola encima de una silla, mientras uno te penetra por abajo, otro por arriba, otra te toquetea o te morrea, y tu concentrada en el punto G y en hacer el squirting.

Ojú, ya me he cansado solo de pensarlo.

¿Squirting? ¡No, gracias!

jueves, 21 de febrero de 2019

LA CUCARACHA y II

Pues señor, erase que se era una vil cucaracha que trabajaba de enfermera y que llevaba muchos años a merced de las ocurrencias, tendencias, conveniencias, cadencias y todas las “encias” habidas y por haber.

Y hete aquí que tras varias reestructuraciones, que es salir de tu servicio donde trabajas requetebién, llega un momento en que  el turno que tú tienes ya desaparece, quedáis en el hospital dos cucarachas y media en él y no os podéis organizar para defender vuestros derechos, así que querida cucaracha ¡date por pisoteada! Por no utilizar una expresión soez que también termina por en ada y empieza por foll.

Y aquí viene cuando pisotean a la cucaracha, porque según parece los mandingos creen que no tiene dignidad ni alma en su almario.

Mirad la secuencia, supervisora que es acosada y cesada porque no poner interés en instaurar las 12 horas, supervisor que llega con la encomienda de poner las 12 horas sí o sí, aun a costa de jugar “sucio” de aceptar el voto de una que se jubila o de ofrecer prebendas a cambio del voto.

De la dos cucarachas que quedan, una servidora le hace saber al supervisor que se va a donde haya un turno de noche fijo de noche de 10 horas, este señor dice que en el maternal hay varios, yo le digo que me diga cuales son para elegir y me dice que lo va a mirar y me lo dirá. A la otra la acogota día sí, día también con las pajoleras 12 horas, pero jamás ofertándole las noches, ella como es natural le dice que no, que ella no quiere renunciar a su turno de noche. A esta el tema le ha costado una enfermedad.

Nos movemos, vamos al sindicato, hablamos con la jefa de bloque que nos dice que no hay nada para ofertarnos de las mismas características de nuestro turno, así que nos ofrece quedarnos en el turno de noche con las 12 horas en nuestro actual servicio, y como a la fuerza ahorcan, aceptamos pulpo como animal de compañía.

Pero ¡ay Señor! Hay un mandinguillo con ínfulas de Gran Jefe Toro Sentado, y el que hayamos pasado de su jeta para hablar con la otra jefa de bloque no le ha gustado, pero nada de nada. Así que, queriditas cucarachas ¡venid para acá, que os vais a enterar de lo que vale un peine! Nos obliga a ir a hablar con él para escuchar que solo hay un puesto de 10 horas en todo el hospital por lo que si una se va la otra se queda descolocada. Me tocaba irme a mí y yo no quería dejar a mi compañera a los pies de los caballos, con lo cual optamos por el ofrecimiento de la jefa de bloque y quedarnos  donde estábamos pero con las 12 horas

Y ¡ATENCION! Aquí viene lo bueno, nos dice que nos va a hacer “UN FAVOR” y nos va a dejar en nuestro servicio. Dejo a vuestra imaginación lo que me entró por el cuerpo al oír eso ¿UN FAVOR? Hay que joderse, más de 40 años de servicio y ahora vienen con favores. Yo me callé y dije, esto es cuestión del sindicato, yo a este no le doy ninguna satisfacción.

Pues nada, cuando ha ido el sindicato a hablar del tema, me llama Toro Sentado para decirme que le tengo que firmar un papel diciendo que yo he renunciado a irme a un turno de 10 horas, y que me está haciendo un favor al dejarme en mi servicio. Ahí ya no me dio la gana de callarme, le dije que no me dijera más lo del favor y que ya vería cuando iba a verlo, desde luego con el sindicato acompañándome, el tipo entró en un bucle vencindón y me amenazó con mandarme a otro servicio, y repitió hasta la saciedad que me estaba haciendo un favor, con lo cual decidí dejarlo amenazando y  repitiendo cual Micaela, la muñeca que habla y habla sin parar, sus amenazas y sus favores a la fibra óptica de Movistar.

Querido señor, yo no soy una cucaracha que usted pueda pisotear y quitarle su dignidad porque a usted le salga de su prepotencia.

Soy, aunque me esté mal decirlo, una muy buena trabajadora, cumplidora y una profesional como la copa de un pino, y usted no puede venir a quitarme mi autoestima y mi dignidad como quien quita un plato sucio.

¿Cómo era el tema de las cucarachas? ¡A si! Son capaces de sobrevivir a un holocausto nuclear.


¡Ea! No digo más.

LA CUCARACHA I



Hoy me siento como las cucarachas, esas que según aquel anuncio nacen, creen, viven, se reproducen y con Cucal mueren y desaparecen.

Pues eso, que una nace, va al colegio, al instituto, a la facultad, trabaja de contratada en sanidad y se tira 5 años en un reten donde cada día te mandan a un sitio a trabajar, no tienes turno determinado, no descansas un fin de semana ni una fiesta ni por casualidad. Por fin ganas una plaza lejos de tu casa y tras algunos años en la diáspora consigues volver y estabilizarte.

Te tiras más de 40 años trabajando, dentro de un vaivén que te va empujando según las modas que se van imponiendo. Yo empecé trabajando en turnos de 7 días, 7 de mañana, 7 de tarde y 7 de noche. Aquello resultaba muy caro en horas extraordinarias y decidieron crear un turno fijo de noche, de forma que no se hiciera un exceso de horas nocturnas que hubiera que pagar a precio más alto. Como nadie quería el dichoso turno hicieron una oferta tentadora, quien aceptase estar en las noches fijas tendría libre todos los fines de semana, y un buen número de gente aceptamos las noches bajo esa premisa.

Pero como he dicho los vaivenes nos van empujando, y tras un tiempo la administración descubrió otras posibilidades de ahorrar y se sacaron de la chistera el turno antiestrés (que yo me pregunto quién bautizaría el dichoso turno con ese nombre tan eufemístico) que de antistrés no tenía nada, pero con él se ahorraban bastantes contrataciones para dar días festivos. Con la instauración de este turno ya no les venía bien el fijo de noche y quisieron eliminarlo, pero claro no les iba a resultar tan fácil, nos organizamos y ganamos un pleito donde nos reconocían el derecho a seguir en ese turno el cual nos debían respetar, pero nos cambiaron la cadencia, trabajar dos noches sí y dos no, y por tener exceso de horas trabajadas teníamos una semana de descanso al mes, a algunos les pusieron una cadencia de una noche sí y otra no, todo con la sana intención de putearnos y que renunciáramos al fijo de noche, pero no coló y seguimos ahí, en nuestro turno.

De la mano de los supervisores ¡ay los supervisores! que son los mandingos que se dedican a agitar los patios para ir cambiando las condiciones laborales según conveniencias, ocurrencias, tendencias y cualquier “encia” que surja, salió otro invento de la chistera, el turno de las 12 horas, y aquí llegó no un vaivén, llegaron turbulencias intensas en los 14.000 metros, las restructuraciones, es decir que si no quieres hacer doce horas te cambian de sitio. Y atención, el turno de doce horas es ilegal por lo que para instaurarlo hace falta que los trabajadores voten, y si el 80% dice que sí, se pone y punto pelota. Con la curiosidad de que si hay una trabajadora que se jubila el mes que viene y nunca quiso ese turno ni lo va a tener que hacer, puede votar que sí e inclinar la balanza donde a la administración le conviene, cualquier trabajador que lleve mil años fuera del servicio en comisión de servicio o en cualquier situación especial en activo también vota, si hay alguien remiso le ofrecen alguna prebenda, alguna comisión de servicio o algún cambio dentro del hospital como un turno fijo de mañana, que será legal, no digo que no lo sea, pero también es intensamente inmoral.

A mí, como no quiero las doce horas, ya me han reestructurado un numero incontable de veces, de servicio en servicio coma la “falsa monea”, pero ya no quedan en el hospital turnos de 10 horas, así que sí o sí me como las doce horas, aunque yo crea que tantas horas a pie de cama es excesivo, sobre todo en el turno de día, porque no estamos recogiendo melones, ni estamos en la caja de un banco, estamos cuidando a enfermos, su salud está en nuestras manos y de nuestra claridad mental dependen sus vidas, pero ¿a quién le importa? ¡El caso es ahorrar!

Como está resultando largo el post seguiré en otro, porque lo mejor (es un eufemismo) está por contar.