¡ME MARAVILLO!

¡Hay que ver lo que hay que oír!, así que resulta que lo de la Ley “antitabaco” va a decantar quienes somos o no progresista y demócratas en este nuestro bonito país.

Particularmente yo que me declaro socialista convencida y militante, y ya que estamos en declaraciones de principios también soy creyente, creo en Dios, con lo cual se demuestra que no todos somos iguales y adocenados, ¡la pluralidad es algo tan bonito!, afirmo yo que se puede ser creyente y socialista, se puede ser socialista y progresista y no estar de acuerdo con determinadas decisiones de nuestro gobierno, dicho lo cual manifiesto que ser parte militante de una opción, cualquiera que sea, no significa ser sectari@ y comulgar con lo que personalmente se puede opinar que son ruedas de molino.

Soy socialista, progresista y creo en Dios y no me avergüenzo de ello, lo digo públicamente y con orgullo, también digo públicamente, y con una pena que me ahoga, que el partido que ostenta las siglas de socialista obrero y español esta quebrantando muchos de los principios que ha defendido desde su creación hace ya ciento y bastantes años, la PALABRA es la principal arma del SOCIALISMO, la democracia, la solidaridad, el humanismo, el debate, la protección de las minorías, jamás la imposición, la irracionalidad, la insolidaridad o el atropello por ser mayoría.

Disentir es tan sano y democrático, dar opciones sin adoptar medidas radicales es tan sumamente demócrata, ya bastante historia negra hemos soportado en este país con la “santa” inquisición y la dictadura, que las posiciones radicales despiertan a su vez otras posturas más radicales aún en línea inversa.

Cerrar caminos es de una torpeza indescriptible, no dar opciones alternativas es de una cerrazón inconmensurable, se puede encontrar nuestro gobierno con acciones particulares de ciudadanos que encuentren conculcados sus derechos a ejercer su libertad, si yo tengo un negocio privado, o sea un restaurante y decido en mi libertad empresarial, (que para eso estamos en la sociedad del libre comercio), que en mi negocio se fuma, ¿seria inconstuticional no dejarme adoptar esa opción?, claro está que sería un local para fumadores obviamente, y así todos contestos, locales para todos.

No digo yo que en cines, grandes centros comerciales, aeropuertos, estaciones y zonas de uso común de fumadores y no fumadores se pueda fumar, nunca jamás diría yo eso, hay que respetar a los no fumadores.

Pero en España hay bares y restaurantes para aburrir, hay sitios en que hay más bares que casas, que dejen a los industriales de la hostelería que sopesen si les conviene tener un local con humo o sin él, que habrá de todo, es lamentable ver a la gente en la puñetera calle fumándose sus cigarrillos muertos de frio, y que la ley no va a conseguir que se deje de fumar, para nada, yo misma sin ir más lejos ahora sí que no dejo de fumar, más probablemente dejare de entrar en los bares y restaurantes.

Y por otro lado, si nuestro gobierno ha decidido tenernos a todos sanos por narices, oye que ilegalice el tabaco y santas pascuas, muerto el perro, se acabó la rabia.