la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida

Asi estaban las cosas.

La madre en casa con una mujer que la acompañaba siempre, el hijo mayor y la pequeña residiendo cerca, en el mismo pueblo,pendientes de ella, el hijo tercero en Barcelona, el triunfador, con varios cargos de cuarta categoria en politica local, nunca llego a su objetivo, el picaba alto y nunca alcanzo la ansiada subsecretaria.

Pero llego la tragedia, la madre por accidente se rompio una cadera, con 84 años y problemas de salud propios de su edad, las cosas no pintaban bien, nada bien.

Aqui se abrio la caja de pandora, pero eso se veria despues.

La madre no aceptaba bien su nueva situacion de impedida, su caracter se volvio por momentos depresivo, por momentos violento, no queria colaborar en su recuperacion, cuidarla se convirtio en una labor insoportable, la cuidaban por turnos de no mas de 8 horas el hijo mayor, su mujer, la hija pequeña y la chica que acompañaba a la madre, era una tarea agotadora, mañana, tarde , noche y madrugada, era una constante demanda de atencion, de manera que era mision imposible incluso sentarse cinco minutos.

El hijo de Barcelona, por mas que fue llamado por sus hermanos para que acudiera a ver a su madre en tan penosa situacion, por cuestiones de trabajo no pudo ir a ver a su madre en ningun momento desde el 15 de noviembre en que su madre fue hospitalizada, ni en el puente que hubo en esas fechas.

Asi las cosas y al momento del alta, por consejo facultativo, la madre ingreso en una residencia para su rehabilitacion y readaptacion a su nueva situacion, por dos meses, hasta que al menos pudiera mantenerse en pie con andador, el hijo de Barcelona fue llamado por sus hermanos para comunicarle lo que recomendaba el medico, dijo que bien, que si eso era lo que requeria la situacion que estaba de acuerdo, pero...............

Llego la Navidad, y con ella el hijo de Barcelona ,que como siempre pasaba las vacaciones en su pueblo, para estar con los amigos, lucirse, pavonearse con su gran cultura, su alto status, tenia su particular corte de los milagros a la que reunia entorno a si, para su propio goce y realce de su ego.