sábado, 17 de agosto de 2013

DE LA PRIMAVERA AL INFIERNO

Con albricias recibimos en el mundo occidental aquella primavera árabe que tantas expectativas creara, ilusión de libertad, aires nuevos en esas sociedades rancias gobernadas por sátrapas creadores de oligarquías, perpetuados en sus poltronas, explotadores de sus pueblos, dictadores hipócritas y ladinos.

Por desgracia las cosas no son tan simples como aparentan, y aquellas sociedades hartas de  ser manipuladas y expoliadas estaban ya maduras para lo que tenía que venir, para lo que se había diseñado que habría de suceder, y es que no me cabe la menor duda de que  las buenas intenciones de los jóvenes hastiados de dictadores corruptos en busca de la tan ansiada libertad, fue utilizada y agitada por otros intereses bien distintos.

En Libia la barbarie fue terrorífica, y la primavera se convirtió en un frio invierno exento de luz y esperanza, y ahí siguen, pudriéndose en su propio conflicto en el sur, divididos en tribus, armados hasta los dientes y hostigando a  la zona petrolífera  que está bien resguardada, en manos de quienes removieron las cosas.

En Yemen, pueblo sin materias primas, se mataron y remataron, se dividieron en tribus y por allí anda Al Qaeda.

En Siria andan metidos en una cruenta guerra civil, donde no habrá vencedores ni vencidos, tampoco tienen materias primas deseables, así que, dirán los que mueven los hilos, que se maten entre ellos.

En Túnez el clima está en ese tenso equilibrio inestable,  en vías de elaborar su constitución y convocar elecciones democráticas, con una asamblea nacional constituyente que está retardando demasiado el proceso, y donde empiezan a resurgir las imposiciones religiosas, un país donde desde hace años no las había, debido a  la laxitud gubernamental para con los grupos salafista-yihadistas que andan totalmente descontrolados por el crónico  desencuentro entre los sectores islamistas y modernistas.

Marruecos cambio su constitución para que nada cambiase, y allí siguen, entre dimes y diretes pero sin pasar a mayores.

En Egipto a la sazón los Hermanos Musulmanes, organización bien cimentada y con una trama social bien arraigada, que según parece renuncio a la violencia allá por los 70, estaba ahí esperando mejores y propicios momentos, momentos que les vinieron como anillo al dedo con los aires primaverales, tras veinte años de atender las necesidades de un pueblo en la miseria, las elecciones las tenían más que ganadas.

Con promesas electorales inasumibles a corto plazo, y una recesión de las libertades civiles en favor de la fe islámica, la sociedad ha perdido la paciencia, una parte por la inoperancia de un gobierno sin experiencia que no les  ha conseguido dar aquello que prometió y que estaba dando pasos para seguir el camino del sátrapa depuesto, y la  otra por  verse sumida además de en la falta de libertad ahora también en una sociedad más islamizada que la que dejaron atrás en la primavera.

Pero el pueblo solo no podría haber montado la que se está montando en Egipto, intereses exteriores han propiciado el golpe de estado, Estados unidos con su política ambigua de apoyar a unos y a otros, Israel por sus más que conocidos intereses y el resto de países que gana con cualquier guerra porque les venden armamento a todas las partes contendientes, y es que montar guerras como negocio está bien, pero mientras más lejos, mejor, y si en Egipto se produce una guerra civil como la de Argelia, unos dirán que estaría de Dios y otros que estaría de Allah.


Así que esta es la secuencia de como de una primavera se convirtió en infierno a mayor negocio de los de siempre.

2 comentarios:

  1. El porqué de todo esto no lo sabemos, pero lo imaginamos: los intereses del Gran Hermano. Con respecto a lo de Egipto decir que condeno a sus militares por masacrar a su pueblo, aunque los muertos tengan unas ideas que aborrezco. Por definición, condeno cualquier golpe de estado. Salvo en el caso de Portugal, no recuerdo que los militares nunca se hayan sublevado para traer la democracia sino para aniquilarla. Los militares en los cuarteles y sus jefes a la cárcel.

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    1. De acuerdo contigo Pepe, si los hermanos musulmanes ganaron las elecciones, justo es que agoten su tiempo de legislatura, pero se ve que a los que ya sabemos, no les convenía, y ya ves, el ejercito a las armas y el pueblo a las fosas, nada nuevo bajo el sol.

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