miércoles, 5 de febrero de 2014

EL EMPEZOSE DEL ACABOSE




Como diría mi admirada Mafalda, estamos en el empezose del acabose.

El Consejo General del Poder Judicial ha suspendido provisionalmente- como era de esperar- de sus funciones al juez Elpidio José Silva, y es que el muy osado ha intentado meter en la cárcel al presunto delincuente  Miguel Blesa, el amiguísimo del expresidente Aznar, ¡ahí es nada!.

Al juez Baltasar Garzón, lo ha  inhabilitado el mismo CGPJ por intentar meter mano en los crímenes del fascismo-pidió el certificado de defunción del “difunto”-y eso no se puede consentir, ¡faltaría más!

 En el punto de mira -ya lo pillarán- está también el juez José Castro, el instructor del caso Noos, el muy atrevido está manchando el blasón de la Casa Real, ¡inadmisible!

Y así un rosario de despropósitos, en España lo único cierto es que si gravitas en ciertas orbitas puedes hacer y deshacer, campar por tus respetos y robar a manos llenas, que si el juez tiene los arrestos de enchironarte, no te preocupes, el juez al hoyo y tú al bollo, y si por casualidad toca que te aguantes con la cárcel, al poco te indultan y a seguir robando.
Se supone que España tiene tres poderes independientes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial.

 Pero si el Poder Judicial está  en manos del Poder Ejecutivo, porque este es el que nombra a los jueces que forman parte del Consejo, y por tanto le deben obediencia, que aquí en España, ya sabemos, el que se mueve, no sale en la foto.

Si además con el rodillo de la mayoría absoluta el Poder Ejecutivo  también tiene secuestrado al Poder Legislativo, tenemos una dictadura democrática.

Así tenemos en perspectiva la nueva ley del aborto, muy contestada en la calle, pero a Fachardon eso, se la repampinfla, la ley de educación también muy contestada, pero eso a Wert también, se la repampinfla, la reforma laboral contestadísima, pero a la ministra Bañez le importa un ardite y pone el empleo en manos de la Virgen del Roció, el ministro del interior Fernández Díaz convencido de que Santa Teresa está intercediendo, allá donde este, por los asuntos de España, mientras él hace la nueva ley de seguridad ciudadana, al que se mueve, garrotazo y tentetieso, y así un cumulo de despropósitos hasta llegar al presidente, que en el  colmo del paroxismo de la prepotencia y los modos dictatoriales manda a callar al que se le ponga `por delante.

La Marca España, ya tiene marchamo, el del país más corrupto de la Unión Europea.

El chorizo de altos vuelos en la calle, y la calle tomada por los antidisturbios, que a la mínima que protestes te dan un golpe en la cabeza con las "defensas" que te mandan al hospital. 

Señoras y señores, ¡viva el vino!, ¡que viva España!


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