martes, 4 de octubre de 2016

Y AHORA, A SUTURAR CON FINURA


Se ejecutó el plan milimétricamente elaborado, medido, calibrado para ser certero y sin posibilidad alguna de fallo.

 Quienes no estábamos al tanto de los movimientos, aunque esperando alguna oscilación que se podía oler en el ambiente  -habría que sufrir un despiste extremo para no haberlo percibido-  nunca jamás osamos pensar en un terremoto de semejante magnitud, tan destructor,  tan devastador que nos ha sumido a los militantes, los que sentimos y amamos al partido,  en la más penosa desolación.

Cuantos malos ratos se habrían evitado con un dialogo serio y comedido, exponiendo una y otra parte sus puntos de vista, usar en beneficio de nuestro partido el mayor y mejor activo socialista, LA PALABRA, dialogar, dialogar y dialogar hasta la extenuación,  hasta conseguir aunar posiciones, esa actitud es la que siempre ha honrado al PSOE y la que nunca jamás debemos de volver a olvidar  ¡Jamás!

Aquí hay dos partes implicadas, cada cual con sus razones, unas, seguramente, más acertadas que otras, que se podían, se debían haber defendido con honestidad, sin subterfugios ni jugarretas.  Y lamentablemente de eso ha habido en ambas partes, también habría que sufrir de un extremado despiste para, a estas alturas, no haberlo percibido.

La situación era insostenible, con una Ejecutiva mandatada por el Comité a votar no a la investidura, sin querer llegar a unas terceras elecciones por la posibilidad de tener un batacazo épico y sin posibilidad real de poder llegar a acuerdos para hacer un gobierno alternativo, era un tremendo callejón sin salida. Aquí es donde llegamos al nudo gordiano ¿para que esta el comité? para decidir los pasos a seguir cuando hay una situación irresoluble, pero cuando las posturas son encontradas y las defensas numantinas el nudo jamás se deshará utilizando formulas imaginativas, se cortará con una espada como corresponde a todo nudo gordiano, y por desgracia aquí se llegó a esa traumática solución, hiriendo de gravedad al tejido de nuestro partido.

El sábado se infirió, infirieron Tirios y Troyanos, una terrible herida punzante en el corazón del socialismo, cual corral de gallinas, en Ferraz, se formó un galimatías emitido en directo por todos los medios informativos y al que asistimos los militantes entre incrédulos e impotentes, un lamentable espectáculo de dirigentes sin altitud de miras, mediocres, ordinarios, empecinados y encastillados en sus posturas, mirando sus ombligos, impidiendo que un árbol les dejara ver el bosque.  Señores y señoras siempre se podía haber presentado una moción de censura, siempre se podía haber votado en el comité, pero claro, allí nadie sabía con las fuerzas que contaba y como buenos trileros, los unos y los otros, andaban midiendo sus fuerzas, a ver dónde estaba la bolita ganadora. Si fea fue la jugada de las dimisiones, más fea aun fue la jugada del intento de voto sin ningún tipo de garantías, y es que entre pillos andaba el juego, que allí no había un inocente para un remedio.

Si se analiza la situación con frialdad, con visión política, ver como el Secretario General maniobraba para gobernar negociando con Podemos y los partidos independentista, algo expresamente prohibido por el Comité, a la vez que iba perdiendo una elección tras otras, era natural que quienes quieren un país federal y un PSOE fuerte  intentaran evitar a toda costa este tipo de compromisos cuyo costo sería demasiado alto. 

Pues bien, el resultado final es que el PSOE se ha abierto en canal, y como ahora se ha puesto de moda decir, hay que coserlo, yo prefiero decir suturarlo como corresponde a las heridas sangrantes, hacer lo que siempre hemos hecho, cerrar filas con el órgano que ahora dirige los trabajos del partido. Hay que ser prácticos y si desde una óptica no lo vemos claro porque vamos a un descalabro quijotesco,  mirarlo desde otra que nos permita recuperar el resuello. El corazón puede pedir que no se colabore por pasiva con el PP para dejarlo gobernar, la razón quizás dicte algo muy distinto, dejarlos mandar y hacer una oposición tan dura que se les haga imposible hacer nada, derribar desde enfrente cualquier iniciativa, abolir leyes y anular decretos, una oposición en suma que demuestre a la ciudadanía de este país que el PSOE es el partido que siempre debió ser.

Ahora toca suturar con cuidado, con el esmero de la cirugía plástica, evitar que quede un costurón grosero y feo, conseguir que sea una cicatriz tan leve que nunca se note la zona herida, y eso solo lo vamos a lograr cediendo unos y otros, por el bien del país primero, y por el bien del PSOE después.

Con que andando, a arrimar el hombro y a trabajar fino, que nadie consiga acabar con un partido grande con 137 años de existencia que ha dado un gran servicio, y que tiene la obligación de continuar dándolo, a este país.


Como dijo Pablo Iglesias Posse  “La formula salvadora es la libertad y la justicia. No hay otra”

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