Es
obligatorio hacer memoria, hay que
hacerla porque es muy importante para no repetir los grandes errores que son vergüenza
y oprobio para toda la humanidad, de no practicar esta sana costumbre corremos el grave riesgo de repetirlos, aunque
sea a pequeña escala.
Uno de esos
terribles capítulos fue el HOLOCAUSTO NAZI con cuyo recuerdo, el de esa
tremenda barbarie, el mundo entero se
rasga las vestiduras y se escandaliza de la maldad a que es capaz de llegar el
ser humano, y en el que no solo murieron seis millones de judíos, esa fue una
pequeña porción del total de las víctimas inocentes de la locura de un
iluminado y sus seguidores.
Ellos, los judíos,
no dejan pasar un solo año sin hacer
actos, películas, libros, lo que sea que recuerde al mundo ese vergonzoso
genocidio -que pena que no vean como otro holocausto lo que ellos están haciendo
con el pueblo palestino, pero eso lo dejo para otro día- lo que en
esa parte indeseable de historia se nos han quedado por el camino de la
memoria, quizás por la machaconería judía de recordar a sus víctimas obviando
al resto, son los millones de polacos, homosexuales, comunistas, personas de otras
tendencias izquierdistas, prisioneros de guerra soviéticos , testigos de Jehová,
cristianos, discapacitados físicos y psíquicos
y gitanos. Cada uno de estos colectivos tenía
su característico distintivo, y eran obligados a llevarlo cosido a su ropa, los
judíos su estrella amarilla, los homosexuales
un triangulo rosa, los gitanos un triangulo negro etc.
Si, gitanos,
roma o romanies, pueblo perseguido y esquilmado en sucesivos éxodos, gentes
consideradas indeseables generación tras generación, seres humanos a los que
les escatimamos la posibilidad de integrarse en una sociedad en plano de
igualdad. No es fácil borrar de su memoria colectiva años y años de persecución
y desprecio, ellos se han hecho duros y se han organizado en sociedades endogámicas,
se saben excluidos y viven según lo que han aprendido y vivido, fuera del
entorno social en donde les toque estar, no se fían ¿cómo podrían fiarse? de los
otros, los que no son ellos. La vida les ha enseñado a desconfiar de todo y de
todos.
Y a lo que
voy con mi post, en mi pueblo como en tantos otros hay una pequeña comunidad
gitana rumana que vive según han sido obligados a hacerlo desde tiempos inmemoriales. En Camas algunos seres humanos están replicando el motivo por el cual los gitanos rumanos son nómadas, y es que son perseguidos y señalados por una
parte de personas del pueblo que han perdido la memoria y no recuerdan el
holocausto y la injusticia, pero en este caso no les ponen un triangulo negro,
los persiguen con sus cámaras del móvil para hacerles fotos cogiendo agua y
subirlas rápido a las redes sociales, señalándolos y estigmatizándolos.
Había un
poeta llamado Martin Niemöller que escribió una espeluznante crónica en una poesía
muy didáctica y conocida que decía :
«Cuando los nazis vinieron
a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»
¡Que nunca
nos veamos en esta situación queridos convecinos xenófobos!
Ahora habrá quien me diga que me los lleve a mi casa….
¡Como si lo
viera!
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