martes, 1 de mayo de 2018

QUERIDAS HERMANAS TODAS













Queridas mujeres todas, digo todas porque de 0 a 120 años, para según que "animales", somos meros cachos de carne con múltiples agujeros donde introducir su mierda y ser objetos de sus aberraciones. Porque estos seres abyectos tienen ciertas tendencias y perversiones favoritas, los hay a los que les gustan los bebés, o las ancianas, o las muertas, borrachas, drogadas, los hay que actúan en solitario o los que les gusta hacerlo en comandita, pero en todos los casos lo que más les gusta es la situación de superioridad, la asunción del control sobre ti y la violencia que esto conlleva, porque ellos son los machos y los que hacen lo que les da la real gana.



Queridas hermanas todas, si alguna vez tenemos la aterradora desgracia de ser agredidas sexualmente ¿Cual debe de ser nuestra actitud? ¿Defendernos hasta la muerte como hicieron Santa Maria Goretti o Nagore Laffage? ¿Cerrar los ojos y esperar a que todo acabe "con bien" para nosotras, como hizo la victima de La Manada? ¿Denunciar? ¿Callar?



Desgraciadamente, hagamos lo que hagamos, vivas o muertas, vamos a ser victimas y después vamos a ver como nos revictimizan, porque lamentablemente una parte de la sociedad y una parte de la judicatura van a creer que la culpa es nuestra, por el simple hecho de ser mujeres.



¡Cuanto criticamos a los países musulmanes porque las mujeres se invisibilizan con ropas anchas y pañuelos en la cabeza! ¡Cuanto enjuiciamos a las mujeres occidentales que van "enseñando carne"! ¡Cuanto censuramos a las mujeres que se quedan en casa! ¡Cuanto prejuzgamos a las que salen de fiesta y bailan y beben! Sea cual sea nuestra opción seremos criticadas y reprobadas, y en caso de VIOLACIÓN la culpa será nuestra porque vamos pidiendo a gritos que nos metan mano y lo que sea por donde sea. Y si se puede demostrar que no ha sido culpa nuestra, se minimizará la actitud del macho agresor dejando el crimen en algo "menor", si no que se lo pregunten a la madre de Nagore Laffage, a cuyo asesino confeso y convicto, tras menos de 10 años de cárcel, ya lo tenemos en la calle ejerciendo, además, de psiquiatra.


Cuando exclamamos que NO es NO, no estamos gritando un eslogan vacío, realmente cuando decimos NO, ya sea de viva voz, ya sea con nuestra actitud, queremos decir NO QUIERO QUE ME METAS NADA, NO QUIERO QUE ME TOQUES NI CON UN PALO ¡NO QUIERO! y punto, y ese es mi derecho. Aunque tres segundos antes haya estado morreandome contigo, aunque un segundo antes haya estado desnuda contigo en una cama o en un coche, cuando yo digo ¡NO! o te empujo para que te alejes de mi, o me quedo como muerta, estoy diciéndote que NO QUIERO y tú debes respetarlo, y eso es lo que hay, todo lo que no sea eso es violación.


Tras la sentencia de caso de "La Manada" podríamos caer en la tentación de callar cuando un grupo de animales en manada, o un lobo solitario, nos agredan y nos violen, o simplemente nos soben o besen sin nuestro consentimiento, porque pudiera ser que el juez al que le caiga el caso o bien no tenga ni puta idea de lo que es el sexo en general, o que le vayan las perversiones y le hubiera gustado estar entre los agresores formando parte del "jolgorio y la fiesta" y vea en una violación en toda regla una bukake, donde ella participa gustosamente ¡Que mala es la nefasta educación sexual basada en la pornografía!


Queridas hermanas mías, la libertad de las mujeres queda aun muy lejos, pero hay que luchar para conseguirla, y en esa lucha entra decirle en la calle a un juez, a diez jueces o al mundo entero que bajo cualquier circunstancia, gritemos o nos callemos, vivas o mueras, NO es NO, y a todo aquel macho que no respete nuestra decisión lo debemos denunciar, aun a riesgo de que nos digan que la culpa es nuestra, aunque nos vuelvan a victimizar, aunque nos arrastren por el barro social, policial o judicial,


A los violadores, solos o en manada, a los que defienden que nosotras lo vamos buscando, a los jueces miopes, les daría yo de su propia medicina unas cucharaditas, los pondría dentro de un circulo de fornidos muchachos con ganas de fiesta y que disfruten del jolgorio de ser penetrados por todos los agujeros posibles, a ver que cuentan después.


Queridas mujeres todas, hay que denunciar y denunciar hasta conseguir que nos crean y que a estos animales los metan en la cárcel hasta que se pudran, hasta que aprendan que NO es NO.









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