miércoles, 15 de abril de 2020

NO QUIERO SER UNA HEROÍNA

 Hace ya muchos días una compañera puso en un grupo de whatsapp que tenemos en el servicio de urgencias del hospital donde trabajo que eramos unos héroes y que nos aplaudían en los balcones. Yo contesté, con esta claridad que me caracteriza, que no quiero ser ninguna heroína, que quiero seguir siendo una enfermera sana para ver crecer a mis nietos, que si hubiera querido ser una heroína me habría alistado en la NAVY americana y me habría ido a la guerra de Irán, ni que decir tiene que no gustó nada mi contestación.

Y es que mi confianza en la ciudadanía está siempre en modo expectante, llevo ya décadas trabajando en sanidad y me han dicho de todo, incluso me han agredido físicamente. Y este lenguaje bélico de "luchar" contra el virus me da tres patadas, porque parece que antes del bicho íbamos a darnos un paseo por el parque en vez de ir a trabajar. He trabajado muchos años en urgencias e infecciosos y cada día me he enfrentado, como muchos compañeros, a virus y bichos varios muy contagiosos, de tal modo que  a veces tenemos que medicarnos tras estar en contacto con el paciente o tenemos que hacernos algunas pruebas para ver si nos hemos contagiado.

A mi eso de los aplausos me da que lo ha inventado alguien que quiere que nos echemos en brazos del virus, sin pensar, sin tener un equipo adecuado que nos proteja de los contagios. Porque esa es otra, que los equipos de protección individual, los famosos EPI´s son del TBO, y ahora podemos decir que tenemos "algo". Antes hemos estado con bolsas de basura y mascarillas quirúrgicas, así no es raro que de los 25.000 sanitarios contagiados  en España el 60% sean andaluces. Ahora tenemos unas batas de quirófano que son mas o menos impermeables, nos ponemos encima un delantal de plástico y otra bata, una mascarilla FFP2 y encima una quirúrgica para  proteger a la mascarilla "buena", dos pares de guantes cortos y unos papis, unas gafas integrales o una pantalla donada por gente solidaria que han hecho ellos mismos con copiadoras 3D, y todo esto nada de tirarlo una vez usado, noooo, eso te lo quitas una vez usado y si tienes que entrar otra vez a la habitación te lo vuelves a poner porque te tiene que durar el turno entero. Nada de buzos estancos como se veían a los chinos, nada de quitarte el equipo de forma limpia y segura ¿para que? si dentro de un rato te vas a tener que poner el mismo equipo. Las gafas también se lavan y se vuelven a usar, y los guantes son cortos.

Y ahora hay indeseables que encima discriminan al personal que estamos en contacto con los virus de cada cual, cobrando en una caja, haciendo un control de trafico, ayudando a un vecino o atendiendo en el hospital desde que entras por la puerta, y a lo mejor el insoliario que pone esos carteles es portador asintomático y ha contagiado a medio pueblo.

A ver si para la próxima pandemia nos pilla como a los chinos, con montones de equipos y test a mansalva.

Lo dicho, yo no quiero aplausos ni ser una heroína sin capa, quiero ser una enfermera china con unos equipos individuales de esos de lujo, que te protegen y te dejan ser una enfermera sana.





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