martes, 5 de agosto de 2014

ESE INSUFRIBLE TERRORISMO DE ESTADO


Pasan muchas cosas malas en el mundo- de la mayoría si no son rentables mediáticamente o no nos enteramos, o si lo hacemos será solo de pasada y sin muchas imágenes-pero en los otros casos, los rentables,  hace falta que las imágenes sean impactantes, mucha sangre y casquería, niños muertos con las cabecitas abiertas como melones, bombas en directo y toda la violencia posible, mientras más, mejor. Más share tendrá la cadena que más sangre ponga a disposición de los espectadores. También es preciso que los reporteros tengan una cierta seguridad de que no van a ser sujetos directos de la violencia local en el conflicto de que se trate, pocas imágenes nos sirvieron del famoso conflicto entre Hutus y Tutsis en Ruanda, claro que allí te cortaban los brazos por un quítame allá esas pajas, que hay unos territorios comanches más comanches que otros.

Dicho lo cual e intentado ser lo más objetiva posible, por aquello de que no la techen a una de sectaria, el conflicto, ya más que podrido, entre árabes y judíos está llegando a unos extremos que claman al cielo.

Estamos de acuerdo en que Hamás es un movimiento terrorista, que por cierto gobierna en Gaza porque ganaron unas elecciones democráticas. Si el metomentodo de occidente no lo quería gobernando allí, que no les hubieran permitido presentarse, por menos, o según se mire, por  más, se han montado pifostios que han hecho temblar al misterio, léase, Angola, Afganistán o Irak. Estamos de acuerdo también en que el pueblo judío necesitaba unas tierras para vivir dejando atrás así la tristemente archifamosa diáspora.

Reconozcamos que al final de la segunda guerra mundial les fueron adjudicados unos terrenos para asentarse por mor del odioso exterminio judío, ampulosamente llamado Holocausto, perpetrado por los nazis, que dicho sea de paso no fue solo contra ese pueblo, también fue contra los gitanos y contra todo aquel que no reuniera ciertos parámetros genéticos, concretamente los arios.

Llevamos 68 años oyendo del conflicto, y en el mapa que abre este post es muy claro al respecto. Lo que empezó siendo una donación arbitraria de terrenos palestinos a colonos judíos, acabó siendo la constitución de un país Israel y el acogotamiento de un pueblo, el palestino, y esto lo va consiguiendo Israel mediante la eliminación sistemática de sus legales habitantes.

¡Que poco aprendieron los judíos de su propio holocausto! o no, igual aprendieron mucho y bien, y están aplicando las mismas técnicas de exterminio ce por be, si bien en esta ocasión no hay cámaras de gas, hay bombas en mercados, en playas, en barrios, en colegios de la ONU, bombardeos selectivos para matar el futuro de palestina, mujeres y niños. Si no tenían bastante con el bloqueo criminal a Gaza, de donde no pueden moverse para conseguir lo sucintamente necesario para malvivir, ni por tierra, ni por mar, ni por aire, ahora eliminan a la población civil indiscriminadamente, y además destruyen los túneles que sirven para proveer de miseria a los maltrechos palestinos.

Que algún movimiento de liberación nacional, tildado de terrorista, defienda a su país, o lo que queda de él, no deja de ser la respuesta normal y humana a tantos años de acoso institucional, de terrorismo de estado perpetrado por los judíos contra esta inocente población.

Es lógico y comprensible que unos niños, y ya van cuatro generaciones, que se han criado en la miseria y el miedo debida al continuo hostigamiento de los sucesivos gobiernos israelíes, crezcan en el rencor y el odio a ese país que no solo arrebató los derechos, la vida y las tierras a sus ancestros si no que continua con esa cruel política de terrorismo de estado, verdaderos crímenes de guerra-aunque cualquier cosa es una guerra, con semejante desigualdad de medios no se me ocurre un nombre con que calificarla- y que con la misma periodicidad, en la que no escatiman medios, nos recuerdan el cruel HOLOCAUSTO nazi contra el pueblo judío, se dedican a  eliminar sistemáticamente al inocente pueblo palestino.

Occidente por su parte, haciendo honor a esa postura hipócrita que ya viene siendo habitual, ponen una vela a Dios y otra al diablo, de forma que lo mismo condenan de boquilla este horror que venden armas a Israel, para que de esta manera siga masacrando a los inocentes que seguirán creciendo en el inconformismo, y que seguirán defendiendo su derecho a ser ciudadanos libres en el país de sus antepasados.

¿Habrá alguna vez el valor necesario para someter a la justicia internacional por crímenes contra la humanidad a los mandatarios de este país terrorista? Yo no pierdo la esperanza

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