Al final llegó lo que tenía que llegar y que meridianamente se estaba viendo venir. Es lo que tiene hacer como que no pasa nada y dejar pudrirse los problemas, meter la cabeza debajo del ala y esperar a que cualquier situación indeseada desaparezca como por arte de magia.
Que conste que yo soy proclive a dejar expresarse a la gente porque ese
es un legítimo derecho en democracia, pero también soy partidaria de que la ley
se cumpla rigurosamente, ya que esta es una obligación en cualquier sociedad
que se precie de moderna y desarrollada. Cuanto más si hablamos de la Ley de
leyes, la que sienta las bases de la convivencia en nuestro país, la Constitución
de la que todos nos dotamos hace ya más de 40 años.
La inflexibilidad en cualquier posicionamiento solo lleva a situaciones
rocambolescas y de difícil resolución, a enfrentamientos y fracturas sociales muy
difíciles de restañar cuando se escenifican las posturas rígidas e
intransigentes.
En esta tesitura nos encontramos hoy en España, una comunidad autónoma que
se empecina en no cumplir la ley, y un gobierno ciego, sordo y mudo que en vez
de dialogar no ha tenido otra ida mejor que llenar las calles de Cataluña de policías,
guardias civiles y no sabemos si al final los tanques y el ejército, cosa que
francamente no me extrañaría nada.
Yo no estoy de parte de unos ni de parte de otros, ambas posturas me
parecen absurdas, la de los políticos separatistas catalanes por mentecata, por
engañosa y por trilera. No llego a entender como personas mínimamente
inteligentes pueden creerse los postulados delirantes de los gerifaltes Mas,
Puigdemont, el lacrimógeno Junqueras o el chulo de Rufián, por poner ejemplos
flagrantes de mentirosos compulsivos, y para muestra de lo que digo véanse videotecas
y hemerotecas. Por otro lado tenemos al gobierno con Don Tancredo Rajoy a la
cabeza, que ha estado haciendo caso omiso a lo que se venía encima y tomando al
final por el peor camino, el de la calle de en medio.
Pretender irse de un país elaborando leyes ad hoc, saltándose la
legalidad vigente y obviando al resto de partidos y con ello al resto de la población
no separatista, que si no recuerdo mal es la mayoría en voto contante y sonante,
es cuanto menos abusivo y cuanto más ilegal. Pretender que en un tema de tal
calado no se nos permita opinar al resto del país, absurdo. Que el gobierno
haya pretendido que no pasaba nada, irresponsable.
Y con todos estos ingredientes tenemos ahora esta ensalada, por un lado
la convocatoria de un referéndum ilegal y sin ningún tipo de garantías que de
salir sí, que con total seguridad sería lo que saldría, tomarían como el punto
de partida de una independencia indeseada por la mayoría silenciosa de
catalanes- aun no entiendo porque callan- y por otro el gobierno que manda a las
fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, que para colmo están enfrentadas a
las autonómicas, y que se niega a sentarse a hablar. En realidad ambas partes
se niegan a dialogar, están a ver quién la tiene más larga, mucha testosterona
y poco sentido común, esto dicho en román paladino es que lo están tomando como
una cuestión de sus cojones molineros, y a los ciudadanos que nos den dos duros.
Que se nos ha quedado ya chico el diseño de país es cierto, que hay que cambiar
los planteamientos también es verdad, pues entonces pongámonos a ello, hablemos
y veamos cual es el encaje que se puede hacer para mantener a un estado
cohesionado y en paz, que por mucho que se empeñen en decirlo y repetirlo,
Cataluña es España, y si no, que se negocie con todas las garantías una
consulta popular, pero con garantías y sin trampas.
Una última reflexión me hago, y es que todo esto no es más que una jugada fullera
para ocultar el latrocinio descomunal al que han sometido los políticos del
gobierno catalán en los últimos 40 años a su comunidad, un expolio de proporciones
exorbitantes. No se cansan de decir “spanya ens roba”, pero que no es verdad mi
arma, que quienes os roban son catalanes con 8 apellidos catalanes, catalanes
de los de pura cepa. Ya lo dijo “el honorable” Puyol, “si se mueve la rama, se cae el árbol”, y aquí
lo vemos claro, que Pujol y sus secuaces no quieren ir a la cárcel y para
eso se quieren hacer un país propio.
Y otra cosa, dice el inefable Rufián al gobierno que saquen sus sucias
manos de Cataluña, yo le diría que saquen sus sucias manos de las escuelas y
dejen de influenciar con tanto odio a los inocentes niños catalanes.
La
Constitución española de 1978.
Título VIII.
De la Organización Territorial del Estado
1. Si
una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u
otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés
general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la
Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por
mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar
a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del
mencionado interés general.
2. Para
la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno
podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
Yo ni con unos, ni con otros, y si los catalanes se quieren ir…..con mil pares de puñetas, que se vayan que San Preciso se murió y el mundo siguió rodando.
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