Una ley imprescindible

El Parlamento andaluz aprueba la primera ley de muerte digna en España, una ley imprescindible en los tiempos que corren.

En la era de las comunicaciones, el desarrollo, el I+D, las tecnicas novedosas, los medicamentos especificos, las maquinas al servicio de la medicina, se da una paradoja espeluznante, la ciencia al servicio del hombre por mor de tanto avance salva vidas en otras epocas de forma impensable, pero tambien trajo una pratica execrabe y es el ensañamiento terapeutico.

Recuerdo que empezando yo a ejercer mi carrera, hace ya 30 años, tenia un paciente joven con un tumor maligno en el higado, su pronostico era el peor y el pobre estaba malisimo, tenia hemorragias que lo ponian al borde de su ya cierta muerte, dia si dia tambien, su medico, un cirujano reputadisimo y muy catolico le indicaba dia si y dia tambien transfusiones para recuperar la sangre perdida de forma que no haciamos nada mas que alargar su ya de por si penosa agonia, con el añadido de que entre el tratamiento y las transfusiones le dabamos cierta fuerza para que fuera terriblemente consciente de su situacion.

Cierto dia que estaba el pobre hombre ya en las ultimas, vino su medico e indico como ya era costumbre la consabida transfusion, yo que estaba con el hablando del paciente, al ver la peticion le dije que yo me negaba a sacarle la sangre para las pruebas y tambien a administrarle la sangre, que solo le administraria analgesia, de lo demas no me haria cargo, el medico monto en colera y me dijo que me denunciaria a la direccion del hospital, bien le dije, hagalo usted, esta en su derecho de hacerlo, pero yo a este paciente no lo torturo mas, ¿torturalo? me dijo, ¿que es eso?, ¡no le estamos torturando, le estamos salvando la vida señorita!, a lo que yo le conteste, ¿la vida?, ¿eso considera usted que es salvar una vida?, ¿por cuanto tiempo se la salvamos, dos dias mas de sufrimiento?, el me dijo que nos habian educado en la universidad para salvar vidas, yo con tristeza le conteste que no, que nos habian educado para salvar vidas cuando era posible, y cuando no era asi, nos habian educado para ayudar a las personas en su enfermedad y a proporcinarles una muerte digna.

Hace treinta años de aquello, mucho ha llovido, mucho se ha discutido, se ha escrito, se han hecho peliculas, mucha gente ha ido a la carcel por defender esta filosofia, muchas veces se ha bordeado la legalidad por hacer dignos los ultimos momentos de muchos moribundos, y por fin aqui la tenemos, una ley que garantiza el derecho a tener una muerte digna.

Cuantas veces me he encontrado con pacientes que han pedido a voces acabar con el sufrimiento, cuantos familiares he visto demandar a los medicos un trato humano para su ser querido que sufria terriblemente, no teniamos la herramienta legal en la mano, nada podiamos hacer.

Esverdad que en los ultimos años, gracias a que aquellos medicos anacronicos se fueron jubilando, se dejo de practicar el ensañamiento terapeutico del que mas arriba he contado un capitulo, en Andalucia se han creado unidades de cuidados paliativos, donde a los pacientes se les proporciona en los ultimos dias una vida "normal", sin cables, ni tubos, ni gomas ni daños innecesarios, procurandoles una situacion "placentera" dentro de las posibilidades con tratamiento del dolor y la angustia, en habitaciones donde el paciente y su familia estan en la intimidad, proporcienandoles asi un entorno mas humanizado y dulcificando de esta forma los ultimos momentos.

Particularmente en mi caso, tanto mi hermana como mi madre han disfrutado de esta situacion, siendo ya la muerte casi inminente su destino cierto, les evitamos pasar una agonia angustiosa a base de sedacion directamente supervisada por un medico.

Por fin una ley que humaniza algo tan humano como la muerte.

Noa vemos