lunes, 25 de marzo de 2013

REFLEXIONES SOBRE EL ESCRACHE






Según nos cuenta Wikipedia, la enciclopedia cibernética o cibernautica (elegid vosotros el termino) que ha socializado de manera global el saber,  el ESCRACHE consiste en  una "denuncia popular en contra de personas acusadas de violaciones a los derechos humanos o de corrupción, que se realiza mediante actos tales como sentadas, cánticos o pintadas, frente a su domicilio particular o en lugares públicos".

Esta no es la única opción del escrache, también hay otras muchas, como Teatro callejero en el domicilio,  Arrojar huevos al frente del domicilio, Colocar pancartas en calles cercanas al domicilio, Parrillada frente al domicilio, Manifestación pública en el domicilio y/o lugar de trabajo.

El termino común en todas estas acciones es EL DOMICILIO, cualquier acción encaminada a violentar la tranquilidad y /o el anonimato de determinadas personas, entendiendo esta palabra como poner a una persona en una situación incómoda o embarazosa.

A causa de la crítica situación de crisis (estafa) por la que está pasando nuestro maltrecho país se está imponiendo cada vez con más asiduidad esta forma de protesta, ya usada habitualmente desde hace más de cincuenta años en los países del cono sur americano, y por el que la derecha española se rasga las vestiduras por la violencia que ello representa, la incomodidad de que los vecinos, las familias, los hijos de quienes merecen esta acción por su posición política en contra de los intereses de los ciudadanos o por su flagrante inmersión en casos de corrupción, vivan estas situaciones vergonzantes, porque si los vecinos, la familia o los hijos no sabían lo sinvergüenza que podía ser su progenitor o progenitora, después de un escrache ya les queda totalmente claro.

Vocifera la derechona política y mediática en contra de los  impresentables, violentos, delincuentes, que se atreven a someter a una acción de escrache a estos “modélicos ciudadanos” que trabajan por y para el bien de España y los españoles. JA  JA.

Y aquí viene mi reflexión  sobre la lengua como el recurso vivo que es,  que se transforma al mismo ritmo que la sociedad que la habla y que me hace pensar, ¿cómo deberíamos llamar a la reforma laboral?, ¿a la ley hipotecaria?, ¿a la reforma sanitaria?, ¿a la reforma fiscal?,¿al rescate a la banca?, ¿ a la reforma educativa?, ¿a los indultos a corruptos?,¿ a la reforma de judicial?, ¿a la permisividad con los asuntos de la Casa Real?, ¿a la corrupción generalizada?, a la amnistía fiscal, al recetazo, al aumento de impuestos indirectos, a la subida de las energías, a los ERE’S indiscriminados, a todas las acciones a las que el gobierno ha llamado de forma eufemística de mil maneras distintas. . Yo lo llamo violencia contra la ciudadanía  y escrache contra los ciudadanos, y me rasgo las vestiduras, me manifiesto y les hago escrache a ellos.

¿Cómo deberíamos llamar a todos los casos de corrupción de cualquiera de los partidos del panorama político patrio?, ¿Cómo deberíamos llamar al expolio económico al que ha sido sometido este país por parte de personajes y personajillos avariciosos?, ¿Cómo deberíamos llamar a la caricatura de justicia que padecemos en este lugar llamado España? Yo lo llamo violencia contra la ciudadanía  y escrache contra los ciudadanos, y me rasgo las vestiduras, me manifiesto y les hago escrache a ellos.

¿Cómo deberíamos llamar a los desahucios de sus DOMICILIOS de miles y miles de familias?, desahucios que han costado vidas, ¿y a la paulatina eliminación de prestaciones? que están llevando a millones de ciudadanos a situaciones de desamparo y desesperación, sin trabajo, sin casa, sin alimentos, sin ropas, sin derecho a sanidad, educación o justicia. Porque cuando un ciudadano pierde el derecho a prestaciones, cuando un ciudadano es desahuciado, son los últimos episodios en su vida como miembro de la sociedad,  porque este ciudadano pasa de ser un miembro de la sociedad a ser un excluido de esta. Yo lo llamo  violencia contra la ciudadanía  y escrache contra los ciudadanos, y me rasgo las vestiduras, me manifiesto y les hago escrache a ellos.

Yo opino que todo el país, que todos los ciudadanos, estamos sometidos a un GRAN  ESCRACHE GUBERNAMENTAL,  donde desde el presidente del gobierno, que ya hizo la primera acción de escrache  con el teatro callejero de su PROGRAMA ELECTORAL,  a las declaraciones de la ínclita señora de Cospedal y su despido diferido, a las intervenciones mentirosas de ministros y portavoces, a las votaciones de senadores y diputados estatales o autonómicos tomándonos a todos por imbéciles, todos ellos, están montando un GRAN ESCRACHE PARLAMENTARIO en honor de todos los sufridos ciudadanos.




3 comentarios:

  1. Indignación y reacción proactiva es lo que procede ahora, y no tanta abulia y estoicismo ciudadanos. Suscribo tu denuncia, comparto tu enojo, e incito, como tú, a la necesaria catarsis, y a la condena pública generalizada contra los mentirosos e insensibles opresores. Un beso Inma.

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