viernes, 27 de septiembre de 2013

UNA TRAGEDIA Y UN MILAGRO

En el momento menos pensado te das de manos a boca con una tragedia,  una de esas que tanto se dan hoy en día, de las que están tan de moda con la crisis, de esas que  por más que las veas te dejan  con el alma congelada, con los ojos anegados y con las ganas de hacer barbaridades, aunque lo que haces al final es moverte y conseguir un milagro.

Hoy ha sido uno de esos días, vas  tan alegre a tomarte un refresco con una amiga y su marido a un bar de unos amigos y te encuentras allí  a una familia que está en la calle, con cuatro hijos como cuatro soles y con unas caras de abatimiento que te dejan sumida en la más profunda de las tristezas, pero también ha sido uno de esos días en que se conjugan los planetas para que pasen cosas buenas  cuando la situación es tan mala que ver una salida es casi imposible.

Mi amigo, el del bar, que ya me conoce me andaba buscando, estaba muy agobiado y buscaba una solución para esa familia que estaba comiendo en su establecimiento, que habían sido enviados allí  por otra amiga que conocía su trágica situación y sabedora de que en ese bar iban a comer sin importar si había dinero para pagar o no.

Mi amigo, que conoce PUNTO DE ENCUENTRO, me expone la situación, la familia está en la calle, sin casa, sin medios, sin nada, viviendo en un hostal solo por el día de hoy, mañana no saben dónde podrán hacerlo, habían ido a servicios sociales que están buscando una vivienda de bajo alquiler, pero estando desempleados es difícil conseguírsela.


La mujer de mi amigo detrás de la barra se estaba tragando las lágrimas, quería estar sonriente para esos cuatro niños, mientras nuestras cabezas echaban humo, se veían los engranajes de los pensamientos de los que estábamos allí, mi amiga, su marido, el dueño del bar, su mujer, su hermana, mi compañero, se oían crujir las ideas, se barajaban posibilidades, ¿qué hacemos?, de momento PUNTO DE ENCUENTRO les paga otra noche en el hostal, mi amigo y su mujer les darán de comer en su bar, pero el tiempo apremia, no hay dinero para muchas noches de hostal y posibilidades de alquiler no existen, el túnel es oscuro, la salida no se ve, pero…..¡milagro!.
 Mi amiga, voluntaria de PUNTO DE ENCUENTRO, tiene un piso en una conocida playa, y ella y su marido que son así, solidarios y desinteresados donde los haya, han pensado que para que quieren un piso deshabitado, pues se lo dejan hasta que se solucione la situación, que se va a solucionar porque casi hasta trabajo le han encontrado al padre de esta familia en su nueva residencia.

Hoy hemos vivido una tragedia……y un milagro.

¡Que buen día!

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